| sábado, 17 de enero de 2004 | Denuncian a la guardia armada de Coronda por graves apremios Familiares de detenidos en la cárcel de Coronda denunciaron a la guardia armada de ese penal por apremios ilegales a un grupo de presos que realiza una huelga de hambre en reclamo de un traslado a Rosario.
Los presos en huelga de hambre son Hernán Gómez, Rolando Sala, Franco Kofman, Ariel Sosa y Arturo Ferreyra, según dijeron los familiares. También habría sufrido apremios y torturas Miguel Angel Díaz, quien se halla recluido en una celda individual.
Ariel Sosa se encuentra hace un mes en Coronda, donde según dijo su madre, Angela, se halla a disposición del juez de Instrucción Jorge Eldo Juárez. "El miércoles estuvo en Tribunales y la abogada lo hizo revisar con un médico, para que constatara su estado. Al día siguiente le dieron una paliza terrible en Coronda", señaló Angela.
La mujer acudió al penal en la visita del jueves. "Los chicos estaban morados de la biaba que les dieron. Pasó que uno de ellos pidió una pastilla para calmar un dolor y entonces entró la guardia armada y les pegaron a todos", dijo.
Ana Salinas, madre de Miguel Angel Díaz, señaló que "el maltrato hacia mi hijo viene de años; en el 2000, cuando cayó preso y fue a la sala Penitenciaria del Policlínico Eva Perón los guardias le pegaban de una manera que nadie se da una idea".
Según la mujer, a consecuencia de esas presuntas palizas, su hijo perdió un ojo. Luego, tras ser condenado a diez años de prisión por participar en el asalto donde murió el cabo Miguel Alberto Larroca, pasó por la Unidad 3 y finalmente fue derivado a Coronda.
El caso ocurrió el 22 de diciembre de 1999 en un supermercado de Perón y Alsina. El suboficial pertenecía a las Tropas de Operaciones Especiales y, según se estableció, murió por una bala disparada por un sargento que custodiaba un supermercado y que enfrentó a dos ladrones, Díaz y Hugo Antonio, quien falleció quemado en enero de 2001 en un calabozo de la Unidad 3.
"Estoy de acuerdo con que pague el delito que cometió, pero no con que lo torturen. Yo lo vi el jueves: no había un lugar del cuerpo que no tuviera un golpe. La guardia armada le venía pegando desde el lunes: entran encapuchados a la celda", dijo Salinas.
"También lo amenazaron diciendo que iba a salir rengo o discapacitado porque se merecía estar treinta años en la cárcel", agregó la mujer.
Las denuncias de apremios ilegales recrudecieron en los últimos días en Coronda. La semana pasada se denunciaron torturas contra el detenido Luciano Zeballos, quien según sus familiares sufría represalias por haber participado en un motín. enviar nota por e-mail | | |