| sábado, 17 de enero de 2004 | La número dos del FMI elogió los "progresos significativos" de los años 90 Krueger criticó la política fiscal y defendió el gobierno Menem La funcionaria dijo que con el actual acuerdo las provincias tienen poco incentivo para controlar el gasto La vicedirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Anne Krueger, reabrió ayer sus críticas hacia la política fiscal del gobierno y las provincias argentinas, reclamó decisión política para modificar ese escenario, y elogió lo que consideró "significativos progresos" durante el gobierno de Carlos Menem.
"A veces se olvida que, en los 90, Argentina hizo significativos progresos económicos en un amplio abanico de asuntos, pero las complicadas relaciones fiscales entre el gobierno federal y las provincias socavaron de manera crucial los intentos de un control fiscal", afirmó Krueger.
La número dos del Fondo reabrió así sus críticas a la Argentina a menos de una semana de la decisión del organismo de aprobar la primera revisión de las metas del acuerdo, y luego de la reunión entre el presidente Néstor Kirchner y el director gerente del FMI, Horst Köhler, en Monterrey.
"Bajo los acuerdos existentes, las provincias (argentinas) tenían poco incentivo por controlar sus gastos", agregó Krueger en un discurso que pronunció ayer durante una conferencia en Nueva Delhi y cuyo texto fue difundido por el FMI en Washington, de acuerdo a una información difundida por la agencia de noticias Ansa.
Además, Krueger advirtió una vez más que "globalmente, los crecientes niveles de endeudamiento público en las economías de los mercados emergentes representa, a juicio del FMI, uno de los mayores riesgos" a la hora de evaluar las perspectivas de "acelerar el crecimiento".
En esa línea la Argentina aspira a conseguir este año un superávit fiscal de tres por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), luego de cerrar el 2003 con un saldo positivo del 2,5 por ciento por primera vez en la última década.
Elogios a Brasil La más férrea representante de la línea dura del organismo multilateral contra la posición argentina elogió, como contrapartida, la gestión de Luiz Inacio Lula da Silva y los "grandes progresos" en materia de finanzas públicas en Brasil.
El acuerdo entre la Argentina y el Fondo Monetario incluye la sanción parlamentaria de una nueva ley de Coparticipación Federal, pendiente desde 1995 luego de la reforma de la Constitución Nacional.
La carta de intención establece un compromiso del gobierno argentino para alcanzar a fines de marzo un acuerdo con los gobernadores, que permita enviar al Parlamento el proyecto de ley a fines de mayo y conseguir la ratificación parlamentaria a fines de agosto próximo.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, envió ya a los gobernadores provinciales un borrador de nueva ley de coparticipación federal en el cual los ingresos se repartirán según la cantidad de habitantes, el Producto Bruto Interno (PBI), los ciudadanos con necesidades básicas insatisfechas y efectividad en la recaudación.
Según adelantaron fuentes oficiales, el proyecto que buscará el consenso entre gobernadores y legisladores contendrá también "un blanqueo" de lo que se denomina "coparticipación secundaria" y que hace a los fondos que reciben las distintas provincias vía subsidios a la producción, o directamente por planes de empleo.
Pese a ello, Krueger insistió con las críticas y aseguró que una "reforma fiscal efectiva no tiene que ser necesariamente dolorosa ni un ejercicio impopular de austeridad" y agregó que "esto no quiere decir que decisiones difíciles no sean necesarias".
Krueger aseguró a su audiencia que no iba a "ofrecer recetas" para este tipo de iniciativas, pero aprovechó el mensaje para insistir en el pensamiento del Fondo en materia fiscal, uno de los ejes fundamentales de su dura disputa con el gobierno argentino.
"Algunas veces los pasos que necesitan darse son obvios, pero no completamente indoloros", dijo Krueger antes de referirse ampliamente a Brasil, un país donde se hicieron "grandes progresos" en "los esfuerzos por poner las finanzas públicas en un camino sólido". Según la funcionaria, "las elecciones que conlleva la reforma fiscal son esencialmente políticas".
Las declaraciones de la funcionaria del FMI apuntan en un sentido contrario a las vertidas el jueves por el vocero del organismo, Thomas Dawson, quien aseguró que las negociaciones con la Argentina estaban "otra vez en el buen camino". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Krueger fue en sentido contrario que Dawson. | | |