El maiz, con un balance hídrico muy ajustado

La actual campaña de maíz no ha podido desplegar su habitual potencial dentro de la región pampeana, debido principalmente a las magras condiciones hídricas de inicio dentro de los núcleos maiceros recostados hacia el oeste. Los exiguos márgenes de tiempo para la siembra que dejaba la coyuntura climática impulsaron en muchos casos a que los productores de la zona se decidieran por la soja. Bajo estas circunstancias, la oleaginosa incrementó sus perspectivas de siembra a costa del maíz, proyectándose un valor cercano a las 14 millones de hectáreas.

En lo que va del mes de enero, los principales sistemas precipitantes han favorecido sectores que aún durante el mes de diciembre no habían experimentado una recuperación destacada del régimen pluviométrico. Dentro de esta zona sobresale la mejoría en la oferta de agua dentro del corredor que, desde el sur de San Luis, recorre el sur de Córdoba, norte de La Pampa y parte del sudoeste de Santa Fe. Contrastando con esta recuperación, sobre la zona de influencia de la cuenca del Salado, fundamentalmente hacia el este, las precipitaciones han sido muy insuficientes.

Para apreciar con mayor precisión el comportamiento pluviométrico y su impacto sobre el estado de reserva de humedad, estamos presentando un mapa como salida gráfica de un balance hídrico donde se ha simulado una cobertura de maíz.

En primera instancia podemos observar el duro trajín que están sobrellevando los maíces de la zona este de la cuenca del Salado. Allí las reservas son apenas escasas, como resultado de las insuficientes lluvias y la fuerte demanda que en esta etapa fenológica presenta el cultivo. Si a esto le sumamos la fuerte evapotranspiración de la última semana, el balance hídrico es lógicamente deficitario. La evolución de estas sementeras es riesgosa dada la imperiosa necesidad de satisfacer sus necesidades hídricas. Las jornadas que transcurren serán de difícil tránsito para estos sectores .

Otro sector que exige agua en forma inmediata se destaca sobre el centro de Santa Fe, donde las lluvias tampoco se hicieron presentes en la medida de lo esperado. En este sentido pueden verse favorecidos aquellos cultivares más adelantados, que encontraron su período coincidiendo con una mejor disponibilidad de humedad.

Los maíces más precoces del núcleo entrerriano han alcanzado ya la madurez fisiológica. La cosecha de estos lotes se iniciaría próximamente, en la medida que las condiciones meteorológicas favorezcan la disminución de la humedad del grano hasta los valores cercanos al de comercialización; el resto de los lotes se encuentra en pleno llenado del grano.

Los núcleos maiceros de Córdoba presentan un estado de humedad de regular a adecuado, presentándose buenas perspectivas para su evolución dado que las lluvias continuarían favoreciendo esta zona productiva dentro del período crítico.

Con perspectivas similares deben considerarse las sementeras del sur de Santa Fe y sus núcleos vecinos de Buenos Aires. Debe destacarse el comportamiento en las zonas maiceras de la provincia de Córdoba. Puede observarse que independientemente de las malas condiciones de arranque, el riesgo estadístico de sequía para el maíz puede considerarse bajo. En este sentido la actual campaña es un excelente ejemplo para comprobar este resultado dado que, con una provisión de agua que no recuperó la que debió haber tenido en el trimestre octubre diciembre, se observan en general sementeras con una configuración de reservas cercanas a las adecuadas.

Consultora de Climatología Aplicada (CCA)