Piden la detención de once policías involucrados en un crimen múltiple

A diez años de la masacre de Wilde, donde murieron cuatro personas, denuncian falta de investigación judicial

Buenos Aires.- Al cumplirse el décimo aniversario de la denominada Masacre de Wilde, donde cuatro hombres fueron asesinados a balazos por once policías de la ex Brigada de Investigaciones de Lanús, la madre de una de las víctimas reclamó justicia y pidió la detención de los culpables.

"Por el hecho no hay ningún detenido. Los asesinos están libres mientras el caso duerme en el despacho del juez de Lomas de Zamora Emilio Villamayor", dijo Eva Ferreri, la madre del librero Edgardo Cicutín.

La mujer dijo que hoy, al cumplirse el décimo aniversario del hecho, se reunirá con familiares para depositar una ofrenda floral en el cementerio Bosques del Recuerdo, en José León Suárez, donde están los restos de su hijo.

El caso ocurrió el 10 de enero de 1994 cuando once policías de la Brigada de Lanús persiguieron a ladrones que se movilizaban en dos autos, por la localidad de Wilde, en el partido de Avellaneda.

En esa oportunidad los policías mataron al remisero Norberto Antonio Corbo, y a sus dos pasajeros Claudio Gustavo Mendoza y Enrique Bielsa, que viajaban en un Peugeot 505. En su versión de los hechos, los policías dijeron que fueron atacados a balazos y repelieron la agresión.En esa oportunidad y a pocas cuadras el librero Edgardo Cicutín iba en su Dodge 1500. El auto fue baleado por los mismos policías de Lanús.

Los policías responsabilizaron de la muerte del librero Cicutín al suboficial Marcos Ariel Rodríguez, que estuvo preso en la misma Regional durante unas horas antes de escapar. Y todavía está prófugo.

La causa quedó a cargo de la jueza de Lomas de Zamora Silvia Susana González, quien dio intervención pericial a Gendarmería Nacional.

Los gendarmes establecieron -por las pericias balísticas- que no hubo un enfrentamiento armado y que los policías efectuaron más de doscientos disparos contra las víctimas, sin haberse acreditado la existencia de un tiroteo.

La jueza ordenó la detención de los policías involucrados. Pero la Sala I de la Cámara Penal de Lomas de Zamora los sobreseyó y un año después, cuando apareció un testigo que dijo que uno de los oficiales habría reunido dinero para sobornar a funcionarios judiciales, el caso pasó al juez Emilio Villamayor. Afines de 2000 Villamayor dictó el sobreseimiento definitivo para los policías pero a mediados de 2002 la Cámara recusó el fallo y la causa volvió al magistrado a la espera un nuevo dictado.

Los policías del cuádruple homicidio son el comisario César Córdoba, el subcomisario Roberto Mantel, los oficiales Hugo Reyes, Marcelo Valenga y Julio César Gatto y los suboficiales Eduardo Gómez, Osvaldo Lorenzón, Carlos Saladino, Marciano González, Pablo Dudek y Marcos Ariel Rodríguez. (DyN)