| sábado, 10 de enero de 2004 | El escándalo Parmalat pone bajo la lupa a la banca internacional El Bank of America y el Deutsche Bank son investigados. Se sigue la pista del lavado de dinero Roma. - El escándalo en torno al consorcio alimentario italiano Parmalat tomó dimensiones mundiales ayer, al abarcar las investigaciones judiciales al Bank of America y el Deutsche Bank, mientras en Luxemburgo se investigaban sospechas de lavado de dinero. Los magistrados italianos trataban asimismo de seguir la pista de fondos malversados en América latina y el Lejano Oriente.
Por otra parte, Giovanni Bonici, ex jefe de Parmalat Venezuela, se entregó ayer a las autoridades en Parma. Bonici es uno de los 25 sospechosos de estar involucrados en lo que se considera como uno de los mayores escándalos de la historia de las empresas europeas en la posguerra. Mientras Bonici era interrogado en Parma, la policía financiera italiana allanó las oficinas en Milán del Bank of America, uno de los muchos bancos internacionales arrastrados cada vez más en el escándalo.
La crisis de Parmalat fue desatada a mediados de diciembre cuando el Bank of America desmintió la existencia de 4.000 millones de euros (5.130 millones de dólares) en liquidez que Parmalat afirmaba haber depositado en el banco. Un documento bancario que garantizaba la existencia de esa suma había sido usado para certificar el balance 2002 de Bonlat, una subsidiaria de Parmalat en las Islas Caimán. El Bank of America confirmó que Bonlat no tenía una cuenta en su banco.
Luca Sala, ex ejecutivo del Bank of America que en marzo pasó a ser consultor de Parmalat, está entre los investigados por la fiscalía, junto con dos socios italianos de la agencia de auditoría Deloitte & Touche, y dos de la Grant Thornton International, actualmente encarcelados. Tras la irrupción del escándalo, Grant Thornton eliminó a Italia de su red mundial de negocios. Su división italiana llegó a manejar la auditoría del 50 por ciento de los bienes de Parmalat.
El escándalo implica también al Citigroup, el gigante norteamericano de servicios financieros, sospechoso de haber ayudado a los ejecutivos de Parmalat a desviar dinero del grupo de productos lácteos. La banca de inversiones JP Morgan está asimismo entre varias instituciones bajo fuego por haber colocado bonos falsos de Parmalat en el mercado financiero internacional.
La Justicia luxemburguesa inició investigaciones por sospechas de lavado de dinero, mientras se supone que el Deutsche Bank alemán pudo haber tenido también con Parmalat relaciones más estrechas de lo que se conocía hasta ahora. Massimo Armanini, banquero de inversiones del Deutsche Bank, perteneció al directorio de Parmalat hasta marzo de 2003, afirmó ayer el periódico financiero alemán Handelsblatt, remitiéndose a círculos financieros italianos.
Al parecer, el jefe en Italia del Deutsche Bank, Vincenzo De Bustis, tenía estrechas relaciones con la familia del fundador de Parmalat, Calisto Tanzi. Ejecutivos del banco serán interrogados nuevamente a petición de la fiscalía de Parma, pues una entrevista informativa, hace algunos días, "no fue satisfactoria", dijeron fuentes bien informadas en Frankfurt.
Tanzi, junto con el ex director de finanzas de Parmalat, Fausto Tonna, se encuentra bajo custodia policial acusado de estafa de cientos de millones de euros y de haber falsificado durante 15 años los balances de la compañía. Según las últimas auditorías, unos 10.000 millones de euros (12.800 millones de dólares) habrían desaparecido de las arcas de la mayor empresa lechera italiana, empleadora de 36.000 personas en todo el mundo. (DPA) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Policías italianos retiran documentación del Bank of American en Milán. | | |