A un paso de la visión arificial

Científicos suizos y estadounidenses presentaron por primera vez en la Argentina los últimos logros en el campo de la visión artificial. Investigaciones sobre implantes de chips en la retina y el cerebro hasta células embrionarias fueron algunas de las novedades de la recientemente realizada reunión Neurooftalmológica 2003 y 1º Encuentro Neurooftalmológico Rioplatense. El tema del encuentro, organizado por el doctor Roberto Ebner, fue "Chips e implantes para visión artificial" e incluyó una mesa redonda de la que participaron los doctores Jorg Sommerhalder y Joel Salzmann (Ginebra-Suiza) y Mark Humayun (California, Estados Unidos), representantes de dos de los grupos que más fuertemente están trabajando en esta materia. Salzmann (retinólogo) y Sommerhalder (ingeniero) pertenecen a una institución suiza que experimenta en roedores un implante para estimular la retina y generar artificialmente la visión en la persona ciega.

Prueba en humanos

Uno de los proyectos destacados que se lleva adelante en Alemania y en los Estados Unidos es el de la Universidad de South California. El doctor Mark Humayun está a cargo del desarrollo de un implante epi-retinal (por encima de la retina) ya experimentado en humanos. El dispositivo permite reconocer si la luz está prendida o apagada, reconoce la presencia de sombras, y en algún caso, la presencia de letras de gran tamaño.

No obstante, por el momento la visión artificial está reservada a personas que no sean ciegas de nacimiento. Estos implantes necesitan que el resto de la vía visual esté intacta, habiendo funcionado alguna vez. Se utilizan en retinopatía pigmentaria o en modelos animales que remedan la misma situación. Después se extenderá a otras patologías, probablemente a la degeneración macular relacionada con la edad y otras, aunque por el momento quienes sufren esa enfermedad hoy ven mejor que lo que permiten los implantes.

Se estima que para tener buen nivel de respuesta visual estos implantes deben generar entre 300 y 600 pixeles, lo cual permitiría al paciente una visión de navegación (deambular, esquivar objetos, encontrar la comida en el plato, etcétera). Pero para desarrollar una visión de mayor significación y precisión, incluso para la lectura, se necesitan más de 1.000 pixeles.

Los suizos están estudiando cuánto se necesita para poder ver palabras de cuatro letras y cómo es el barrido y el aprendizaje que el paciente hace, mediante simulaciones en bioingeniería e informática.

Implante cerebral

Por otro lado están quienes estimulan directamente al nervio óptico, pero aún son estudios muy preliminares. Pese a que hay instituciones que trabajan directamente sobre un implante cerebral, para los investigadores la posibilidad de obtener buenos resultados aún es lejana.

También existen implantes mixtos, que intentarán estimular, por un lado, sobre retina, y por el otro, sobre el sistema nervioso central, lo cual puede ser útil en casos en que el nervio óptico esté afectado.

Otras pruebas se orientan a la implantación de células embrionarias. No obstante, se halló que el proceso funciona hasta cierto punto.

Investigadores norteamericanos publicaron un estudio en la revista Ophthalmology, reportando haber hallado potencial de acción en células implantadas. Ello significa que están vivas e interconectadas con las vecinas. Lamentablemente, los pacientes estudiados no lograron ver mejor.