Ken Bartlett: "El arte alivia el dolor"

El presidente de la Fundación de Danzas para la Comunidad del Reino Unido impulsa desplegar la creatividad para estar saludable

El arte disminuyó la demanda de psicofármacos y analgésicos en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. Este es uno de los logros del grupo La Rueda Arte y Salud que ofrece a los enfermos la posibilidad de acercarse a la creación artística. "El arte nos mantiene vivos", explica a La Capital el inglés Ken Bartlett, presidente de la Fundación de Danzas para la Comunidad del Reino Unido en su paso por Rosario.

Bartlett fundamenta sus dichos en el hecho que la "la salud no es sólo la ausencia de enfermedad, sino sentirse bien en el mundo, y en ese contexto, el arte no sólo implica creación sino también alivio del sufrimiento", subraya el inglés. "Esto es fácilmente comprobable en aquellos hospitales donde a partir de la expresión artística se recrean las relaciones entre pacientes, familiares y profesionales, y se producen cambios en la medicina que no son de orden biológico".

"Hacer arte no es simplemente un hobby -aclara-. Se puede hacer todo el tiempo. Puedo hacer un sketch o reorganizar los muebles de mi casa. Todos tenemos cualidades creativas", asegura el inglés.

"Por esto necesitamos del arte en los hospitales, en centros de salud, pero también en las escuelas, en las comunidades, y en nuestras vidas", enfatiza.


Arte y comunidad
Ken Bartlett es actor, master en drama y educación. Además de profesor, actor y creador de filmes, preside la Fundación Danzas para la Comunidad, una red nacional que coordina el trabajo de artistas y organizaciones del Reino Unido. Durante su paso por Rosario se entrevistó con personalidades de la cultura a quienes animó a extender el arte a toda la comunidad; visitó centros culturales y participó de una creación colectiva en el Hospital de Emergencias junto al grupo La Rueda.

La Fundación Danzas para la Comunidad, luego de 20 años de trayectoria, suma dos mil miembros y conforma una red de trabajo donde organizaciones, actores, coreógrafos, profesores de arte, bailarines, compañías de ballet, universidades, abogados penalistas y profesionales de la salud trabajan en forma coordinada, intercambian experiencias y presionan al gobierno para obtener apoyo y recursos.

Entre sus miembros se cuentan funcionarios públicos, compañías de ballet como la National Balley y el Royal Balley of England, además de personajes de la música y el teatro. Se suman también aquellos que trabajan con gente joven, discapacitados, adultos mayores o grupos étnicos. "Otros trabajan en geriátricos, en jardines de infantes o en las cárceles", dijo Bartlett.


Ballet para discapacitados
Uno de los miembros de la red, el Birmingham Royal Ballet, se especializó en el trabajo con discapacitados y con niños, con el fin de lograr que bailen los varones.

En Inglaterra existen 23 compañías de ballet conducidas por discapacitados. Las hay de sordos, de discapacitados motrices o mentales, y con problemas de aprendizaje.

A través de la página www.comunitydance.org.uk la fundación brinda información sobre actividades y novedades. También se dan a conocer las instituciones miembros. La entidad organiza conferencias y seminarios de capacitación regionales y locales, además de acercar las cuestiones legales y gubernamentales que incumben a los artistas.

"El arte debe expandirse a muchas más personas. No hace falta saber para empezar a bailar. Tal vez se puede comenzar con ejercicios de expresión corporal y pronto seremos un excelente bailarín", afirma, al tiempo que reclama que "los organismos culturales deben sumar más gente", concluyó sonriente.

Bartlett en su visita a Rosario.