| lunes, 08 de diciembre de 2003 | Editorial Piratería informática Cada vez más y más importante. Así podría definirse el rol que desempeña la computadora personal en la vida contemporánea. Información, entretenimiento, servicios, cultura y comunicación son sólo algunas de las áreas que cubre su poderosa influencia, que la ha llevado a convertirse -Internet mediante- en la principal herramienta tecnológica a la que se apela durante el transcurso de la jornada. Semejante incidencia es acorde con las astronómicas sumas de dinero que se mueven a través de la red día a día y por tal razón preocupa el creciente avance de la piratería.
Virus es la palabra más temida entre los usuarios. Es que estas creaciones malévolas son capaces de generar daños irreparables en el disco rígido de las PCs, arruinando muchas veces y en sólo segundos el fruto de años de trabajo. Las nuevas variedades, llamadas "gusanos", provocaron este año problemas que costaron a la economía global la sideral cifra de trece mil millones de dólares. Mientras tanto, el costo de protección contra los ataques fue evaluado en tres mil ochocientos millones.
Según comentó un experto de la empresa Microsoft, la persecución, captura y castigo de los responsables de tan onerosos delitos se ha tornado cada vez más ardua, debido a que los centros de falsificación se están trasladando desde los Estados Unidos y Europa occidental a países latinoamericanos como Colombia y Paraguay, o asiáticos como Ucrania. Pero el motivo de preocupación excede largamente los perjuicios que esta actividad crea a las empresas, que son de enorme importancia si se piensa que el margen de ganancia de los piratas de software llega a un insólito novecientos por ciento, mayor que el que deja el tráfico de cocaína.
Es que Internet se emplea para cometer delitos tales como fraudes, pornografía infantil e intrusión en redes de computación, tanto de empresas privadas como de organismos estatales, incluyendo a los de defensa. De allí que el temor no sólo radica en su utilización por las organizaciones mafiosas sino también por los grupos terroristas.
En la medida en que se depende de algo, ese algo se convierte en el talón de Aquiles que puede intentar golpear un potencial enemigo. Una sociedad informatizada hasta la médula debe adquirir y reforzar la noción que posee esta herramienta y protegerse a sí misma, protegiéndola. enviar nota por e-mail | | |