| lunes, 08 de diciembre de 2003 | Uruguay: el triunfo en el referéndum consolida el favoritismo de la izquierda La amplitud del triunfo (62,2% contra 37,8%) del "Sí" a la derogación de la ley que autorizaba la asociación de la estatal Ancap con otras petroleras, en el referendo del domingo en Uruguay, consolidó el favoritismo de la izquierda para la elección presidencial de 2004, coincidieron los analistas.
"El pronunciamiento cristaliza, consolida, los cambios que se daban, algunos de larga data y otros desde mayo de 2002, en las orientaciones políticas de los uruguayos", en el sentido de un crecimiento de la coalición de izquierdas Encuentro Progresista-Frente Amplio (EPFA), opinó el analista Oscar Bottineli, director de la consultora Fáctum.
Además de "consolidar en las urnas lo que se anticipaba en las encuestas", el resultado del referendo fue un alerta "para reposicionar a los partidos" hacia las elecciones del año próximo, comentó.
Después del acto del domingo "hay puntos de partida para la carrera de 2004, en la que los ganadores salen mejor parados y los perdedores, peor", añadió.
Las encuestas de noviembre pasado revelaban una intención de voto del 45% al 48% para Tabaré Vázquez, líder del EPFA, seguido por el Partido Nacional (centroderecha), con entre el 17% y el 19%, y por el gobernante Partido Colorado (también de centroderecha), con 11% a 14% de las intenciones de voto, ambos sin candidato nominado.
En la primera ronda de la elección de 1999, celebrada el último domingo de octubre, el EPFA obtuvo 39% de los sufragios, el Partido Colorado 33% y el Partido Nacional 21%. En el balotaje, el candidato colorado Jorge Batlle fue electo con 53% de los votos contra 47% de Vázquez.
En el referendo el "Sí" obtuvo 1.201.626 votos (62,21%) y el "No" 608.129 (35,42%), mientras que hubo 45.905 votos en blanco (2,38%), para sumar juntos un 37,8%, sobre un total de 1.931.660 sufragios válidos.
Otro analista, Juan Carlos Doyenart, director de Interconsult, estimó que "la votación reflejó el alineamiento y fortalecimiento de quienes (encabezados por el EPFA) enjuiciaron al gobierno".
El politólogo Agustín Canzani aventuró que "es obvio que este resultado es un espaldarazo para el Encuentro Progresista Frente Amplio, que tomó el tema como propio y obtuvo una muy buena ventaja".
"Otra señal que dejó el referendo fue el desgaste de los grandes liderazgos en los partidos Nacional y Colorado", apuntó por su cuenta Gerardo Caetano, director del Instituto de Ciencias Políticas de la estatal Universidad de la República.
Caetano añadió que "la campaña dio la señal de que más allá del debate por la ley se colaron otros temas y que la competencia electoral estuvo muy presente", y su primera consecuencia se sentirá en las elecciones internas de los partidos tradicionales, en junio de 2004, previa a las presidenciales y legislativas.
El "Sí" fue impulsado por el movimiento sindical apoyado precisamente por el EPFA (40% de las bancas parlamentarias) y el Nuevo Espacio (2%). Las restantes fuerzas parlamentarias se pronunciaron a favor del "No".
Los ex presidentes Julio Sanguinetti, del Partido Colorado, y Luis Lacalle, jefe del Partido Nacional, minimizaron las efectos del apabullante triunfo opositor del domingo.
La derogación "es la consecuencia que tiene este episodio, ninguna otra", sostuvo Lacalle, mientras Sanguinetti señaló que el referendo "no tuvo relación con las elecciones" y aseguró que "la palabra que define todo (en referencia a la campaña por la ley) es la confusión, ha habido confusión de un lado y del otro". (AFP) enviar nota por e-mail | | |