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 lunes, 08 de diciembre de 2003

El día que la primera expedición terrestre argentina llegó al Polo
Hace 38 años diez hombres lograron la odisea, que calificaron como la más emocionante de sus vidas

"Una inmensa alegría nos apresa y conmueve. La emoción se materializa en abrazos y hurras incontenibles. Las lágrimas asoman, viriles y con insolente desvergüenza, en los ojos de los 10 hombres que están viviendo los momentos más emocionantes de sus vidas". Esta frase, escrita hace 38 años en el diario del entonces coronel Jorge Edgar Leal, retrata el momento en que un grupo de diez argentinos llegó por primera vez por vía terrestre al Polo Sur, bajo una temperatura de 30 grados bajo cero.

La expedición de miembros del Ejército comandada por Leal alcanzó la meta el 10 de diciembre de 1965. La patrulla estaba compuesta, además, por otros hombres que fueron quedando en distintas bases para poder sustentar el objetivo final de la misión, que había partido el 26 de octubre de ese año desde la base General Belgrano en la Antártida.

Habían quedado atrás 1.450 kilómetros recorridos en 45 días desde la base General Belgrano, sobre el mar de Weddell. La Argentina se convirtió así en el cuarto país en llegar a ese lugar por vía terrestre y en el primero en iniciar la marcha desde el mar de Weddell.


Antes, pero por aire
Hermes Quijada había sido el primer argentino en llegar al Polo Sur, pero lo había hecho por aire. En este caso, los expedicionarios terrestres tuvieron que elegirse sus vestuarios, equipos y vehículos para transportar al personal y las provisiones.

Los altos sastruguis, que son profundos surcos que el viento cava en la dura superficie del hielo, enormes grietas, un clima extremo y un lugar absolutamente desconocido, completaban el marco en el que se desarrolló la expedición.

"Llegar por tierra al Polo sur era un viejo anhelo de todos los antárticos del Ejército", dijo el general Leal, de 82 años, en una entrevista con motivo del 38º aniversario de la hazaña.

A la expedición se la denominó "Operación 90", en referencia a que en los 90 grados de latitud sur se juntan los meridianos, en el lugar justo en donde se encuentra el Polo Sur.

"En el asalto al Polo se materializaba un viejo anhelo del general Hernán Pujato, fundador de las bases San Martín, en bahía Margarita, y Belgrano, en la barrera de Filchner, y la figura más representativa de nuestras actividades polares", aseguró.


Un pedido escuchado por Perón
Leal contó que "Pujato le dijo al ex presidente Juan Perón, en 1948, que el Ejército tenía que poner un pie en la Antártida, ya que hasta entonces sólo la Marina accionaba en el sector".

"Perón, siempre atento a las cosas que le convenían al país, le dio el visto bueno y, a fines de 1949, Pujato fundó la base San Martín. La intención de él era llegar desde ahí por tierra hasta el Polo, pero cordones montañosos se lo impedían", agregó.

A Leal le tocó reemplazar en la Antártida a Pujato, quien en el momento del recambio le anunció: "Lo que yo no hice, lo va a tener que hacer usted".

"A partir de ese momento me dediqué a pensar que tenía que llegar al Polo Sur por tierra", recordó, y rememoró que le llevó tres años planificar la campaña, que contó con la participación de Gustavo Adolfo Giró, Ricardo Ceppi, Julio Ortiz, Jorge Rodríguez, Guido Bulacio, Roberto Carrión, Adolfo Moreno, Domingo Zacarías y Ramón Alfonzo.

"Salimos con seis vehículos, de los que estaba previsto que tres iban a quedar en distintos lugares de nuestra marcha, hasta donde arrastrarían combustible y víveres, y servir de depósito para la marcha de vuelta", dijo.

"La emoción de la llegada no se puede describir. Era la concreción de un viejo sueño de todo antártico. Nos abrazábamos como locos. Estuvimos cinco días allí, hasta que emprendimos el regreso por un camino que ya era conocido, cuesta abajo, y con poca carga, por lo que demoramos sólo 16 días en volver", señaló.

Volvieron al lugar del que habían partido el 31 de diciembre de ese año. "Habíamos recorrido 3 mil kilómetros y transcurrieron 66 días desde el momento en que -desde este mismo lugar- iniciamos nuestra marcha con la fe puesta en Dios, y la mente y el corazón en la soñada meta, el Polo Sur, límite austral de la patria", dijo Leal todavía emocionado. (Télam)

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La expedición recorrió 1.450 kilómetros.

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