| domingo, 07 de diciembre de 2003 | Denunció una alianza entre Kirchner e intereses petroleros Carrió detonó una batería de acusaciones como despedida Según la diputada saliente, en la Argentina "cambiaron los negocios, pero no los aliados" del poder La líder del ARI, Elisa Carrió, acusó ayer al gobierno de Néstor Kirchner de tener una "alianza muy clara" con los intereses petroleros y la "mafia pesquera". También dijo que con la nueva administración "cambiaron los negocios, pero no los aliados", y advirtió que la Argentina "puede igual ser jaqueada en 10 años".
Carrió, quien el miércoles próximo dejará su banca de diputada para organizar un instituto de formación política, insistió en denunciar signos de autoritarismo en el gobierno y les imputó a los funcionarios ser "proamericanos" y privilegiar el vínculo con el presidente estadounidense, George Bush.
"Ellos siguen entregando la tierra, ellos siguen teniendo una política de entrega de petróleo a Repsol, ellos son proamericanos y privilegian la relación con Bush y el Alca", disparó Lilita.
También denunció que sus opositores quieren que "desaparezca", porque "molesta" con sus permanentes cuestionamientos a la dirigencia, y acusó a sus críticos, "tanto políticos como periodistas", de "vulgaridad, mediocridad y falta de inteligencia".
En su arremetida, la legisladora saliente apuntó al oficialismo por manejar la asistencia a los desocupados de "manera clientelística". Y alertó que el Ejecutivo "no tiene política social sino la misma articulación del duhaldismo para controlar la pobreza".
Carrió sostuvo que el oficialismo "tiene el mismo plan de la década del 90", cuando gobernaba el ex presidente Carlos Menem, y, en ese sentido, enfatizó que "cambiaron los negocios, pero no los aliados".
"En los 90, el gran negocio eran las privatizadas. Ahora, con el 1 a 3 (un dólar a tres pesos), lo son los commodities, la pesca y el petróleo", sintetizó la diputada chaqueña.
Al respecto, denunció que el gobierno "tiene una alianza muy clara con Repsol y la mafia pesquera", por lo que "cambian los negocios, pero la Argentina puede igual ser jaqueada en 10 años".
Tras reiterar su advertencia de que existen "signos de autoritarismo" en el Ejecutivo, Carrió desafió: "Lo dije en el gobierno de Menem y en el de (Fernando) De la Rúa, ¿por qué no lo voy a hacer ahora?".
Cuando se le hizo notar que en los últimos tiempos parecía muy molesta con el gobierno y la dirigencia, Lilita aclaró: "No tengo enojo, en todo caso pena porque vuelvan los peores. Tengo pena por mis hijos y por mí".
"Lo que hizo Kirchner en este largo parto doloroso es un avance", admitió la legisladora, aunque reiteró que esto "no supone que estemos saliendo como sociedad a una nueva moral, a una nueva política y a una nueva economía".
Carrió insistió en que "ni hay una nueva moral, y eso se vio en los que asumieron (gobernadores y diputados), ni existe una nueva política, porque las viejas prácticas permanecen. Tampoco hay una nueva economía, en el sentido de inclusión de los pobres", se lamentó. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Lilita llamó "proamericanos" a los funcionarios. | | |