Felipe Solá y Duhalde acordaron una tregua

La gobernabilidad en la provincia más importante del país y la unidad del PJ bonaerense, el más poderoso del peronismo, fueron los elementos que el gobernador Felipe Solá y Eduardo Duhalde pusieron sobre la balanza para terminar con semanas de fricciones que estuvieron a punto de provocar un divorcio político.

El gobernador bonaerense y el duhaldismo se involucraron en un camino de discordia durante las últimas semanas, en las que Solá debió forcejar con la Legislatura y los intendentes y tolerar mensajes del matrimonio Duhalde en respuesta a su reclamo de mayor margen de acción. "El poder no se compra en un almacén", le recordaron los Duhalde.

Pero las disputas tuvieron dos episodios más. El diario La Nación aseguró que Solá pensó en renunciar e inclusive redactó la dimisión denunciando un complot, pero finalmente resolvió permanecer en su cargo. Finalmente, el jueves, Duhalde hizo una pausa en su gira por países árabes junto al presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, para llamar a Solá y recriminarle la ausencia de duhaldistas en su nuevo gabinete.

Luego de una conversación telefónica en la que el gobernador bonaerense y Duhalde se dijeron de todo -según admitieron ambas partes- lograron encarrilar el diálogo, lo que se tradujo en una decisión de ambos sectores de alcanzar una tregua.