| domingo, 07 de diciembre de 2003 | Corren a un asaltante y lo entregan a la policía El delincuente fue acorralado en un gimnasio de Sarmiento al 400 tras intentar un robo en un negocio cercano Un delincuente que intentó asaltar un minimarket fue perseguido por el comerciante y un grupo de vecinos. Primero se refugió en un locutorio donde armó un escándalo en medio del local que estaba atestado de clientes. Después, al ver que no tenía escapatoria y tras varios raptos de violencia como romper una escoba para defenderse, tuvo un acto de "arrojo" y salió nuevamente a la calle. Allí recibió varios golpes en la espalda, pero zafó rápido al zambullirse dentro de un gimnasio en busca de refugio. Allí lo encontró la policía mientras unos enardecidos vecinos le cerraban la salida.
Fue la segunda reacción de esas características por parte de vecinos y transeúntes que se topan con un ladrón infraganti y deciden intervenir en una misma mañana y a pocas cuadras de distancia. Un caso muy parecido sucedió el viernes pasado en Sarmiento al 700. Ese día, pero en Mitre al 300 vecinos retuvieron a un delincuente hasta que llegó la policía.
En este caso, que trascendió ayer, todo se inició en un minimarket ubicado frente a la plaza de la Cooperación. Un hombre se presentó con una púa de hierro y le exigió al encargado que entregara el dinero. Lejos de asustarse y, según contaron algunos vecinos, harto de los robos el comerciante esgrimió un palo y salió a repeler el ataque. El malhechor salió corriendo por Mitre y después giró por Tucumán en dirección al bajo.
Primero amagó con introducirse en una cochera, pero al ver que quedaría sin salida y que ya estaba siendo seguido por un grupo de personas optó por continuar unos metros y se metió en el locutorio de Tucumán y Sarmiento. A esa hora de la mañana, el local estaba repleto de clientes y, de acuerdo a lo manifestado por su dueño, se vivieron momentos de tensión.
"Parecía un animal enjaulado", describió el propietario. "Agarró una escoba y la partió. Así se hizo un arma, que usaba junto con el fierro que ya tenía. Y entonces comenzó a tirar puntazos a dos manos para que nadie entrara", agregó el comerciante, que prefirió no dar su nombre. A todo esto, en la puerta del locutorio comenzaron a juntarse numerosas personas, alertadas por los gritos del dueño del miminarket. Según el dueño del locutorio "algunos tenían palos".
El maleante se acercó a la puerta y esto fue aprovechado por el propietario del lugar, que lo empujó hacia el exterior. Tras "cobrar" unos cuantos golpes, ingresó en el gimnasio Juventus, de Sarmiento al 400. Allí se refugió al pie de una escalera ante a la sorprendida mirada del encargado y un par de socios.
"Me quieren pegar", dijo como para justificar la irrupción en el lugar. Segundos después un móvil policial llegó al lugar y arrestó al delincuente, identificado como Mario Vera, de 28 años, quien fue remitido a la seccional 3ª. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El local donde se escondió al ladrón. | | |