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 sábado, 06 de diciembre de 2003

Una nena de 9 años en medio de una pesadilla
Denunció que fue violada por su padre durante dos años. El hombre quedó libre por falta de mérito y reclaman por la causa

"Vi al tipo, está en libertad". El anuncio fue claro para la mujer que dos meses antes había acompañado a su hija de 9 años a denunciar a su propio padre por haberla violado desde los 7. A partir de ese momento, la chiquita se sometió a pruebas físicas y psicológicas que buscaban verificar la terrible denuncia que había llevado a su papá biológico, un albañil de 37 años, tras las rejas. Pero antes de que finalizaran las pericias, J.C.M. -tal cual fue identificado el agresor-, quedó libre por falta de mérito más allá de que la investigación judicial cuenta con un plazo de tres meses para reunir pruebas que sustenten la acusación.

Como las violaciones fueron anteriores a las denuncias, la nena sólo cuenta con las pericias psicológicas como apoyo para que la Justicia decida la responsabilidad de su papá en los ataques. Desde que supo que J.C.M. volvió a estar en libertad, su frágil tranquilidad se quebró y agudizó el alerta de su madre. El hombre siempre negó los ataques, e incluso insinuó que el violador podría no ser él, ya que la defloración de la niña fue comprobada.

Blanca tiene 29 años y cuidó a la hija que tuvo con J.C.M. hasta que la menor cumplió 7 años. En diciembre de 2002, la nena volvió a ver a su papá y el hombre le pidió la tenencia a su ex pareja. En ese momento la mujer no tenía empleo ni dinero para sostener a sus tres hijos y trabajaba como prostituta, una actividad que dejó cuando comenzó a hacer tareas comunitarias con un plan de Jefas de Hogar. "Pensé que podía ser lo mejor para ella. Ahora me investigan a mí como si hubiera tenido la culpa por confiar en su propio padre", explicó.

Desde que denunció los ataques, la nena se sometió a test psicológicos; pero además comenzó a hacer un tratamiento psicológico en el dispensario del barrio Las Flores, donde volvió a vivir con su mamá y sus hermanos, de 11 y 13 años.

La segunda visita a la psicóloga que debía realizar el informe para el juzgado de Instrucción Nº10, donde se instruye la causa, ocurrió un día después de que ordenaran su libertad. "Ella fue al Hospital Agudo Avila y yo me fui a Tribunales a preguntar qué había pasado", contó Blanca.

La mujer también debió someterse a estudios psicológicos, incluso junto a un perito de parte ordenado por la defensa de su ex esposo. "No se la di a un extraño, se la di a su propio padre", se defendió.


Un relato firme
En agosto de este año la nena quiso volver a vivir con su mamá, a quien durante dos años había visto pocas veces. Una semana después, Blanca recibió un llamado telefónico de la nueva pareja de su ex marido "para que le pregunte a la nena lo que le había hecho el padre". Aunque lo negó en Tribunales, la mujer aseguró que la llamaba para "evitar que le pase lo mismo" que a su propia hija, de 13 años. Blanca responsabiliza a la mujer por no llevar adelante esa denuncia junto a ella.

La hija de Blanca, en cambio, contó que su papá abusó de ella por primera vez en enero de 2000, un día que estaba borracho, y le pidió que no lo contara a nadie, lo que reiteró en cada oportunidad. Recordó cuatro ataques, el último, el 27 de julio de este año, poco antes de pedirle a su mamá que la llevara de nuevo a vivir con ella.

La mujer asegura que la psicóloga que atendió a su hija en el Agudo Avila, Liliana Ominiti, le aseguró que la nena cuenta la verdad. "Es una criatura y cuenta siempre lo mismo, siempre acusó al papá. Ni siquiera una persona mayor podría sostener una mentira tanto tiempo", explicó. La chiquita aún juega con las muñecas, o a las bolitas con sus amigos. "Ahora tiene el ánimo por el piso y piensa que no le creen", contó Blanca.

Sobre la nena, además de la inseguridad que le provoca sentir que no le creen, contó que a veces está bien, pero otras tiene reacciones violentas o se pone muy triste. "La psicóloga me explicó que tiene muchas cosas adentro y las tiene que sacar", explicó. Blanca teme que la Justicia no valore las pruebas para juzgar al hombre que violó a su hija y éste logre el sobreseimiento y la libertad definitiva.

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