Racing empató con Arsenal 0 a 0

Racing Club fue hoy en el Cilindro de Avelllaneda incapaz de quebrar el sistema defensivo de Arsenal y, como si fuera poco con el cero a cero, Mario Cuenca tuvo que atajar un penal sobre la hora para evitar males mayores.

El equipo de Angel Cappa ya había dado muestras de sobra de impotencia, pero cerca del epílogo el arquero racinguista tuvo que lucirse para contener una apilada espléndida de Leandro Carusso y poco después ratificó virtudes al rechazar el penal que ejecutó Raúl Gordillo.

Es decir, Racing rebotó contra la cerrada defensa adversaria e inclusive estuvo al borde de perder.

Desde el comienzo el juego pareció condenado a un cero a cero porque Racing nunca logró encontrarle la vuelta el hermético sistema defensivo que le puso Arsenal y el conjunto dirigido por Jorge Burruchaga fue tan impotente en sus pocos intentos ofensivos.

Empezó mucho mejor Arsenal, con diez minutos en los que asumió el protagonismo, fue más incisivo y hasta obligó a Cuenca a desviar al córner un tiro oblicuo de Christian Gómez. El delantero Martín Vilallonga pretendió cabecear el envío del Gomito, pero la pelota continuó su recorrido y por eso resultó salvadora la reacción del guardavalla.

A continuación se equilibró el juego y la iniciativa la tomaron los dirigidos por Cappa, pero nunca consiguieron trasponer esa muralla a la que recurrió Arsenal.

En el conjunto local se apreció otra vez gran disciplina táctica, con entrega física y una presión agobiante para comprometer al rival.

Racing sólo inquietó a Alejandro Limia con pelota detenida. A los 29, hubo un córner de Maximiliano Estévez y el cabezazo de Claudio Ubeda pegó en la parte superior del poste derecho. A los 34, un tiro libre del Chanchi fue también conectado por Ubeda y el balón volvió a dar en el travesaño.

Lo más cerca de convertir que estuvo Racing fue por esos dos cabezazos de su experimentado capitán.

En el segundo período de ninguna manera se notaron cambios importantes en las acciones porque costó encontrar tres pases seguidos en cualquiera de los equipos.

Los avances de Racing resultaron muy lentos y por lo tanto Arsenal supo controlarlos sin pasar sobresaltos.

El ingreso de Lisandro López dio la impresión de que iba a cambiar la situación, pero eso tampoco ocurrió.

El cotizado delantero Diego Milito fue absorvido por la marcas y dejó pasar una oportunidad para exponer merecimientos ante los emisarios de un club griego que llegaron para evaluarlo personalmente.

A los 21 hubo un tiro libre de Estévez que peinó Milito, entró López, pero se quedó sin espacios adecuados para resolver y habilitó a Mariano González, pero al polifuncional racinguista lo taparon justo cuando intentó batir a Limia.

Era un cero a cero de lo más previsible hasta esas dos escenas emotivas del desenlace, pero las manos de Cuenca estuvieron firmes para evitarle a Racing y a Cappa lo que hubiera sido un golpazo. (DYN)