| sábado, 06 de diciembre de 2003 | Condenan a 20 años al serbio que sometió a un asedio criminal a Sarajevo La Haya. - El Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (Tpiy), con sede en La Haya, condenó a 20 años de cárcel al general serbio Stanislav Galic por crímenes de guerra durante el asedio a Sarajevo, a principios de los años 90. Galic, de 60 años, fue acusado de haber llevado a cabo entre septiembre de 1992 y agosto de 1994 una campaña de asedio a los ciudadanos de Sarajevo mediante francotiradores y ataques con mortero, que buscaban matar el mayor número de civiles. "En ningún lugar de Sarajevo pudieron los civiles encontrar un lugar seguro", aseguró el juez presidente del Tpiy, Alfonsus Orie.
El inculpado, detenido por soldados de la Fuerza de Estabilización (Sfor) de la Otán en 1999, fue comandante de una división del ejército de la República Srpska (la entidad serbia de Bosnia) que llevó a cabo en esos años de la guerra de Bosnia (1992-1995) un brutal cerco a la ciudad capital. Varios centenares de civiles murieron y otros miles resultaron heridos durante el asedio a la capital bosnia. Incluso una de las arterias de la ciudad fue tristemente bautizada como la "Snipers Allée", la avenida de los francotiradores, por la frecuencia con que se producían los ataques.
El principal objetivo de esa campaña fue sembrar el terror entre la población civil y con esas acciones se vulneró el derecho internacional humanitario, señala el Tpiy. "El objetivo era atemorizar a la población. Desde el punto de vista táctico militar, los ataques no tenían ningún sentido", subraya el acta de acusación.
De acuerdo con la fiscalía del tribunal, Galic ordenó la campaña de ataques contra la población civil o no impidió ni castigó los crímenes cometidos por sus subordinados. Por ello, la fiscalía del tribunal lo acusó de crímenes de guerra, contra la humanidad y por haber propagado una campaña premeditada de terror contra la población civil. Testigos afirmaron que los habitantes de Sarajevo fueron blanco de ataques a plena luz del día, muchas veces en espacios abiertos, mientras participaban en funerales, o a bordo de ambulancias, tranvías, colectivos o mientras de desplazaban en bicicletas.
También se cometieron ataques contra ciudadanos mientras trabajaban en su jardín, hacían sus compras o limpiaban la ciudad. Los niños tampoco se libraron de los rifles de los francotiradores o las granadas mientras jugaban en plena calle. Un total de 171 testigos prestaron testimonio en el juicio y se presentaron 1.268 elementos probatorios. (DPA) enviar nota por e-mail | | |