Microemprendedores piden fondo de desarrollo

Unos 40 vecinos cañadenses buscan implementar planes productivos. Quieren cursos de capacitación

Walter Gasparetti / La Capital

Cañada de Gómez.- Los microemprendedores dieron el primer paso para poner en marcha proyectos productivos, pero necesitan de financiamiento extra para lograr un crecimiento más sostenido que permita incrementar los niveles de producción. En el marco de lo que denominan una segunda etapa, gestionan ante las autoridades un fondo de desarrollo local.

El planteo proviene de la Asociación Cañadense de Microemprendedores (Acami), un grupo formado por unos 40 vecinos de esta ciudad que se inició a través de un curso de capacitación dictado en la delegación cañadense de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

Además del financiamiento, la entidad pide el dictado de cursos de capacitación y un proceso de seguimientos a través del aporte de técnicos. Este aspecto resulta significativo para los microemprendedores porque entienden que el asesoramiento potenciará las ideas en marcha.

"Necesitamos una inyección de dinero para crecer. No queremos subsidios sino préstamos de montos bajos con una tasa de interés que no supere el 10 por ciento anual y tampoco buscamos que nos regalen nada, sino que pretendemos una ayuda del gobierno", explicaron los microemprendedores en diálogo con La Capital.

Acami desarrolló en el ámbito de Cañada de Gómez una feria franca en un inmueble del ferrocarril que fue cedido por el municipio en comodato. La tarea de restauración de la propiedad resulta una tarea difícil, debido a que no disponen de recursos. En ese sentido, los trabajos son realizados por ellos mismos.

La participación en la muestra Expo-Cañada permitió que muchos de los desarrollos se conozcan en la ciudad y en la región. Algunos optaron por la producción de alimentos, otros por la fabricación de artículos de limpieza y finalmente, los más osados, producen otros bienes que no se consiguen en el mercado como termotanques a leña.

Otra de las experiencias que derivó en una primera comercialización de los productos fue habilitar un local comercial en pleno centro cañadense. Si bien la instalación de los puestos de venta fue por un tiempo limitado, la experiencia generó ingresos.

José María Belardinelli es uno de los docentes que estuvo a cargo de la primera etapa de capacitación. Valoró la unidad del grupo y la claridad de los objetivos que persigue. "Hasta ahora golpeamos puertas que no se abren, pero no perdemos la oportunidad", disparó.

"Tratamos de estar en contacto con otros movimientos de la provincia de Santa Fe. Una de las actividades que realizamos hace unas pocas semanas fue asistir a un taller en la capital provincial, donde observamos el desarrollo de otras experiencias", dijo, por su parte, Daniel Santillán, otro de los microemprendedores que integra el grupo.