| domingo, 30 de noviembre de 2003 | Cavallo se dedica ahora a la búsqueda de inversionistas Desde el exilio en Estados Unidos y casi después de dos años con bajo perfil tras la salida abrupta del gobierno de Fernando de la Rúa, el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, se lanzó a "promover inversiones privadas" en América latina. El economista, que surcó la vida política y económica de la Argentina en la última década, envió una misiva a sus amigos de la Fundación Mediterránea en el que trasmite sus planes e incluye críticas al desempeño de Estados Unidos en la crisis de 2001.
"Ya me estoy dedicando y pienso hacerlo a tiempo completo a partir de junio del próximo año, a promover inversiones privadas en América Latina, así como apoyar las inversiones y las exportaciones de las empresas de América Latina en otras naciones de la región y del mundo", escribe.
"Para integrar el equipo profesional estoy utilizando la misma metodología que probó ser exitosa 26 años atrás, cuando comencé a organizar el Ieral: reunir a los colegas más capaces que conozco de mis anteriores actividades y que tienen deseos de desarrollar hacia el futuro este tipo de emprendimiento e incorporar a los jóvenes más inteligentes que voy descubriendo a través de mi actividad como docente y que se entusiasman con mis ideas".
Después de señalar que dictará clases en Harvard con Roberto Mangabeira Unger, un crítico de la acción de Estados Unidos y del FMI durante la década del 90 en América latina, impulsando el Consenso de Washington, da su opinión al respecto.
"Yo no critico lo que hicieron durante esa década, sino la absurda postura en favor del default de toda la deuda argentina, incluida la deuda interna, que asumieron el Tesoro americano y el FMI durante los meses finales de 2001. Lamentablemente los ultraconservadores norteamericanos, con Allan Meltzer como vocero, decidieron elegir a la Argentina como la economía a la que iban a dejar caer en default, para evitar lo que ellos llaman el "riesgo moral" de los rescates como los que habían hecho en favor de México en 1995, o de las economías asiáticas en 1997 induzcan comportamientos imprudentes de los prestamistas. Lo que no advirtieron los ultraconservadores del norte y los populistas del sur, es que el default de la deuda interna no era otra cosa que la destrucción de los ahorros acumulados en la Argentina y la caída del 40% de los salarios reales", critica.
Luego señala que "ahora parece fácil reactivar la economía, lástima que lo sea luego de una caída estrepitosa que pudo haberse evitado. Pero no será fácil recuperar el crecimiento sostenido debido al golpe que han recibido los ahorristas de Argentina y del exterior que decidieron invertir en nuestro país". enviar nota por e-mail | | |