La ministra de Desarrollo Social arremetió contra el clientelismo político

Alicia Kirchner: "La situación social no se arregla con magia ni la soluciona Papá Noel"

La funcionaria dijo que su cartera apunta a recuperar empleos y apoyar a los microemprendimientos

Isolda Baraldi / La Capital

Asegura que su gestión apuesta a ir mucho más allá que a la distribución de los planes Jefas y Jefes de Hogar. Remarca que "el trabajo es el eje para terminar con la marginalidad" y que "si la asistencia se perpetúa en el tiempo se convierte en asistencialismo, lo que fomenta, entre otras cosas, el clientelismo político". Dice, al igual que su hermano, que "el menemismo dejó al país kilómetros bajo tierra. Esta situación no se arregla con magia ni la soluciona Papá Noel", confiesa la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner. La funcionaria pasó por Rosario en una intensa jornada de trabajo y no escatimó elogios para el intendente Hermes Binner y la ciudad. Besó y abrazó a todos los que se le acercaron. Atendió personalmente los pedidos de la gente del barrio Las Flores, entregó pensiones a los mayores de 70, escuchó propuestas de trabajo y se reunió fuera de agenda con dirigentes de pequeñas y medianas empresas. Por supuesto que rompió el protocolo y dejó en claro que su estilo es el K, en versión femenina.

-El país estaba en llamas cuando se implementaron los planes Jefes y Jefas de Hogar. ¿Cómo continúan ahora las políticas sociales?

-Efectivamente estos planes se dieron en una situación de emergencia, pero nuestra política va más allá. Apostamos a la seguridad alimentaria pero no pensado como la entrega de una caja de alimentos, sino buscando el desarrollo integral, sobre todos de los niños. También apuntalamos la familia y el proyecto Manos a la Obra es esencial porque confiamos en una economía social y solidaria. También apoyamos los microemprendimientos con créditos de interés cero y otros emprendimientos de mayor impacto con líneas de crédito con un interés del nueve por ciento. En nuestra sociedad hay muchísima gente que tiene habilidades y capacidades para salir adelante, aunque tal vez le falten las herramientas para lograrlo ya que las perdieron por culpa del modelo anterior de gobierno, que arrasó con todo. Queremos lograr que las personas vuelvan a integrar la economía formal.

-¿Esta es la fórmula para salir del asistencialismo?

-No soy futuróloga, no lo puedo asegurar, pero creo que de a poco se irá terminando. En la emergencia hay que dar asistencia porque sino es un salto al vacío, pero cuando la asistencia se perpetúa en el tiempo es muy malo, se termina en el asistencialismo y entran a jugar otros factores como el clientelismo político.

-¿Y cómo se termina con el clientelismo?

-Con conductas claras y transparentes. Si las políticas sociales se trabajan con todos los actores involucrados, éstos mismos se transforman en autocontroles. Pero si se trabaja a espaldas de la gente, todo se distorsiona...

-Pareciera que esto último está institucionalizado

-Hay que cambiarlo, con decisión y con denuncias. Aquellos que creen que la política pasa por el hambre de la gente o por el asistencialismo están absolutamente equivocados. Nuestro país necesita de otras conductas. Es muy lindo declamar sobre la ética, el problema es que hay que ejercitarla todos los días.

-¿En seis meses de gestión cambió su visión de los problemas sociales?

-La problemática social se adhiere como la piel al cuerpo. Cada día se van tomando determinaciones. Sin embargo, las realidades son muy distintas en cada región del país y vamos trabajando de acuerdo a sus situaciones. Ahora percibo que la gente apuesta al trabajo, que tiene propuestas, ganas de cambiar la realidad, y sabe que cambiarla no es cuestión de magia, ni que tampoco esto lo arregla Papá Noel. Si realmente queremos una ciudadanía digna, la única forma es construirla desde el trabajo, como lo hicieron nuestros pioneros. Como dice el presidente, la Argentina quedó varios kilómetros bajo tierra y no se sale de un día para el otro, hay que trabajar mucho y establecer una fuerte ética pública.

-La Intendencia de Rosario denunció más de una vez que la ayuda que se manda desde la Nación, vía la provincia, no siempre llega a la ciudad.

-Estamos tratando de transparentar todo, si en alguna provincia pasan estas cosas hay que cambiarlo, deberemos tener la adultez suficiente para resolver estos problemas. Nosotros creemos en la equidad territorial y por eso implementamos políticas federales compartidas por la Nación, las provincias y los municipios.

-Esta es su primera visita oficial a Rosario, ¿qué impresión se lleva?

-He venido miles de veces a Rosario, casi siempre de paso, realmente me encanta esta ciudad. Ahora la analicé y la recorrí desde la perspectiva del intendente Binner y es realmente muy interesante la vida de este lugar.

-En general Rosario es conocida por hechos de gran conflictividad, como el gato asado, los saqueos, la carneada de vacas a cielo abierto. ¿Usted se ha interesado particularmente por esta realidad?

-Me interesa y me preocupa la realidad social de todo el país.

-¿Cómo está el presidente a seis meses de haber asumido?

-Con una fuerza tremenda, si ya tenía fuerza ahora la redobló por las responsabilidades que toma día a día. El se obliga y obliga a todo el equipo a hacer una gestión con mayor entrega, eficacia y acciones concretas.

-¿Cree que ahora perderá el gran apoyo que cosechó luego de asumir?

-Parece que nuestro país es bastante ciclotímico, que pasa de la euforia al bajón, aunque hay una conciencia de que hay un presidente muy comprometido con el país. Al contrario, con el correr de los días la gestión del presidente se fortalecerá.

-¿Le gustaría que Binner trabaje con su gobierno?

-Usted sabe que el intendente de Rosario trabaja y muy bien con nosotros desde el primer día de nuestra gestión...

-Perdón, quiero decir en el gabinete nacional

La ministra suelta una carcajada, balbucea alguna respuesta que no termina de decir y con grandes gestos pide que se apague el grabador. De esa forma dio por terminada la entrevista, más allá de que la pregunta quedó flotando en el aire.

Reclamó que no se prolongue la asistencia social.