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 domingo, 23 de noviembre de 2003

Reacción de vecinos por la inseguridad en barrio Carlos Casado
Lo asesinaron de siete balazos al resistir el robo de su moto
La víctima fue un joven de 24 años que trabajaba como cadete de una farmacia. Críticas a la policía y al Sies

El cadete de la farmacia había dejado un pedido en una casa del barrio Carlos Casado y se disponía a regresar. Subió a su moto y enfiló por el pasaje Londres. Recorrió unos 30 metros y se detuvo para ordenar unos papeles que tenía en su riñonera. Detrás de él tres muchachos venían detrás en un carro tirado por un caballo. Al llegar al cruce con Gaboto, uno de los muchachos que iban en el carro saltó con la velocidad de un rayo para apoderarse de la moto. El trabajador se resistió al atraco y la respuesta del maleante fue feroz y fulminante: le descerrajó a quemarropa siete balazos y el muchacho murió después de agonizar casi media hora tirado sobre el pavimento mientras los delincuentes escapaban en diferentes sentidos sin llevarse nada.

El feroz crimen disparó una reacción de indignación de los vecinos, que cuestionaron en duros términos a la policía, por la ola de inseguridad que azota a la barriada, y al Sies, por su demora en llegar al lugar.

El violento suceso ocurrió en el cruce de tres calles que forman un vértice: el pasaje Londres, Gaboto y Carlos Casado, que se desprende de esta última arteria en forma de diagonal hacia el este, en la zona sudoeste de la ciudad. Damián Manuel Céspedes, la víctima, tenía 24 años y vivía en Rouillón al 300.

Cerca de las 16.30 de ayer, los dueños de una casa de Londres al 3000 llamaron a la farmacia de Eva Perón y Provincias Unidas para la que trabajaba el muchacho fallecido para pedir unos medicamentos. Damián fue hasta ese domicilio en su moto Econo Power y entregó el pedido.

Después subió al rodado y apenas transitó unos 30 metros en dirección al sur porque decidió detener la marcha con la intención de ordenar algunas recetas en su riñonera. Tal vez no divisó el paso rápido de un caballo que traccionaba un carro. Parados en el carromato, con ruedas de auto, iban tres muchachos en el mismo sentido.

Cuando estuvieron frente a él, en la intersección con Gaboto, uno de ellos saltó y se topó con el cadete. De acuerdo con la reconstrucción que realizaron algunos vecinos, el pibe intentó robarle la moto. "El muchacho se resistió, peleó y el choro le pegó siete tiros", contó un adolescente que vio a Damián moribundo con los ojos empalidecidos corridos hacia atrás y "con espuma con sangre" que emanaba de la boca. El joven también dijo que había desaparecido la riñonera, aunque la policía señaló que los maleantes no habían robado nada.

Tras el ataque, el pibe de "pelo largo, remera roja y bermudas azul" escapó corriendo por Gaboto hacia avenida Francia. Sus dos cómplices desaparecieron con el carro por la misma calle en sentido opuesto. Damián agonizaba y la ambulancia demoraba en llegar. La gran cantidad de sangre que había perdido "tapaba" la cara. Y siete balazos habían perforado su cuerpo. Según contó una chica, dos habían impactado en el pecho y otros dos en el glúteo, aunque un certero tiro en el corazón terminó con su vida.

Raúl vive en una casa de Carlos Casado al 3000. Ayer a la tarde estaba con mucha bronca. Es uno de los casi doscientos vecinos que se congregaron para "protestar" por los arrebatos y robos a mano armada que deben padecer casi a diario. "A los del Sies y a la policía los puteamos porque estábamos muy calientes. Primero no conseguíamos que viniese una ambulancia y después la policía no quiso llevarlo al hospital", comentó.

Una mujer que habita en la barriada se quejó por lo que ella consideró inacción policial. "La policía se quedó tranquila y los choros estaban en la otra cuadra", sostuvo.

Una fuente policial indicó que, media hora después del suceso, efectivos del Comando Radioeléctrico, en la esquina de Deán Funes y Príncipe de Gales, detuvieron a un adolescente de 17 años, con antecedentes penales, bajo la sospecha de ser el autor del homicidio. "El que mató al repartidor es un pibe de pelo largo, pero cuando lo atrapamos se lo había cortado", aseguró el vocero consultado.

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Una mancha de sangre en Londres y Gaboto.

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