Liliana Sanjurjo: "Hay que recuperar la confianza en la enseñanza"

La necesidad de recuperar la enseñanza como la centralidad de la escuela es la cuestión clave sobre la que disertó la profesora de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Liliana Sanjurjo, en el encuentro organizado con motivo del 136º aniversario de La Capital. Según sostiene la especialista "si esto está resuelto y claro en los docentes luego se podrá articular, sin temor a la disgregación, un trabajo con los medios de comunicación".

Desde un enfoque pedagógico y didáctico, Sanjurjo describió la relación entre medios y escuela "como conflictiva, ya sea porque los docentes los han mirado con desconfianza o culpado de sus crisis". Por eso midió la importancia de que la escuela tenga claridad sobre el origen de sus crisis para poder luego entablar una relación con los medios. En este sentido, recordó que la institución escolar había perdido uno de sus mandatos fundacionales frente a los medios, que es la de generar consenso, hegemonía, algo que la escuela cumplía desde su origen pero hoy ya no la hace sola.

Pero además recordó que la crisis de la escuela ha tenido que ver también con el descrédito en que cayó en los años 80 y 90. Esta idea la vinculó con la crisis que sufrió el Estado en ese momento: "Al desdibujarse el Estado era imposible que no arrasara con uno de su principales productos, y que es la escuela".Sin embargo, la autora de "Volver a pensar la clase" (Homo Sapiens), señaló que ahora estamos viviendo una revalorización de la institución escolar porque es "una de las pocas que quedó en pie, mientras que otras se disgregaron". Entonces apuntó los ejemplos de capacidad de organización que dieron los maestros santafesinos frente a la inundación o bien recordó que hay maestros y escuelas donde la policía no llega.

"La escuela debe recuperar la creencia en sí misma", enfatizó Sanjurjo. Para que esto ocurra, "es necesario que el docente confíe en que es un experto de su profesión, que sabe lo que hace". También recordó aquí que no fue casual que el educador haya perdido la confianza en sí mismo sobre todo porque vivió un proceso de alienación, ya sea a través de la pérdida de participación en los bienes culturales o bien por el exceso de tareas asistencialistas que se le asignaron dentro de la escuela.

Señaló que para recuperar esta confianza necesitaba "poner énfasis en la didáctica, y en el saber hacer, no sólo en el análisis crítico, sino en saber intervenir para recuperar el espacio de la clase". Es decir, "saber hacer lo que se hace y creer en lo que se hace". Entonces si la escuela recupera la enseñanza como centralidad de su tarea, esto le va a permitir recuperar su alianza con la sociedad. Sobre esta última opinión advirtió la necesidad de dar un cambio necesario en esta alianza: "Hay que desatar el destino de la escuela atado al mercado y crear nuevas alianzas, más ligadas a las necesidades sociales".