| sábado, 22 de noviembre de 2003 | El Nuevo Bisel ajustó un 30% de su personal Se desprendió de 564 empleados con plata de un fondo especial. Mejoran sus posibilidades de venta El Nuevo Banco Bisel se desprendió de más de medio millar de empleados en el marco de un proceso de reestructuración de la nómina del personal que también involucró a Nuevo Suquía y Nuevo Bersa, es decir, la tríada de entidades abandonadas por el Credit Agricole de Francia en la corrida financiera de mayo de 2002.
La figura empleada para el egreso de los trabajadores fue el despido, porque así lo establecía el acta de constitución del fideicomiso controlado por el Banco Nación mediante la cual están siendo administrados los tres bancos. Negociaciones entre las autoridades del Nuevo Bisel y del gremio bancario permitieron que el proceso se ejecutara sin controversias, al menos en el terreno de lo público. La decisión de romper la vinculación laboral fue una decisión asumida por los propios empleados.
El trámite duró tres días -entre el martes y el jueves- y al cierre se efectivizaron 564 cesantías. De acuerdo con la legislación vigente, los trabajadores se fueron cobrando una indemnización doble.
Voceros del Bisel consignaron que las cesantías significarán un ahorro de 1.800.000 pesos mensuales, teniendo en cuenta la nómina salarial y otros gastos conexos. Estos despidos se suman a otros 150 retiros voluntarios que se habían convenido con anterioridad. De ese modo, la reducción de la plantilla de personal suma un 27 por ciento del total original de 2.500.
El costo de las indemnizaciones suma 32 millones de pesos, de los cuales 25,5 millones fueron afrontados por el Fondo de Reserva Indemnizatorio, creado a través del mismo decreto que constituyó el fideicomiso que administra el banco. El resto lo aportó el propio banco, porque la norma sólo contemplaba el pago de las obligaciones laborales contraídas hasta mayo del año pasado.
Una fuente del Nuevo Bisel destacó ayer que "lo positivo de este mal trance es que quedó fortalecida la unidad de negocios para cuando el banco vuelva a ser ofrecido en venta", luego de que fracasara la primera licitación debido a la falta de interesados. Según dijo la presidente del Banco Nación en una reciente visita a Rosario, el Nuevo Bisel y Nuevo Bersa saldrán al ruedo nuevamente el año próximo.
Uno de los factores que le quitaban atractivo al Nuevo Bisel como unidad de negocios era su abultada nómina de personal, de allí que todo indica que podrá afrontar el próximo round de la licitación en mejores condiciones. "Más allá de que se fue el 27 por ciento de los empleados el banco está plenamente operativo", sostuvo la fuente en coincidencia con ese razonamiento.
Con menor intensidad se completaron también las reestructuraciones en los otros dos bancos ex Credit Agricole. Del Nuevo Suquía egresaron unos 150 trabajadores, sobra una nómina de 2.000, mientras que del Bersa se fue un centenar de los más de 1.150 que tenía la entidad entrerriana. En este caso, también está pendiente de ejecución un trámite de jubilaciones anticipadas que involucra a otros 230 empleados.
En el Suquía el proceso fue más agitado, porque directivos de la Asociación Bancaria de Buenos Aires salieron a denunciar "indemnizaciones por debajo de lo que marca la ley" y responsabilizaron por esos hechos a las autoridades del Banco Nación.
Las indemnizaciones del Nuevo Suquía se pagaron con un plus del 30% en lugar del doble que fija la ley que rige hasta fin de año. Los remanentes del Fondo de Reserva no afectados al pago de indemnizaciones vuelven al Bisel residual, en el marco de la quiebra de la vieja entidad que perteneció al Credit Agricole. enviar nota por e-mail | | |