ESPAÑA AL 900

Entró como cliente y robó una peluquería con dos cómplices

Llegó a la hora del cierre y después aparecieron los otros dos. Redujeron al estilista y a su asistente y se alzaron con dinero, una PC, un TV y otros elementos

Faltaba muy poco para que la peluquería de España 944 cerrara cuando llegó un hombre a cortarse el pelo. El estilista comenzó a atenderlo, y en eso llegaron otros dos sujetos, amigos del imprevisto cliente. "Está bien, te aguantamos", dijeron los recién llegados mientras al muchacho le secaban la cabeza. En realidad no esperaron nada, porque desenfundaron un arma y todo quedó claro. Era una farsa montada por tres delincuentes que encerraron al coiffeur y a su hermana en el baño del local para llevarse dinero en efectivo, una computadora, un televisor, dos secadores y otros artículos de peluquería.

Sucedió antenoche en el microcentro de la ciudad. El estilista René Juncos, propietario del negocio situado en España entre San Luis y Rioja, se encontraba junto a su hermana y asistente Silvana. Eran cerca de las 20 y ambos estaban a punto de bajar las persianas cuando apareció un hombre de unos 40 años con intenciones de cortarse el pelo.


Un ladrón simpático
"Al principio no me llamó la atención, parecía un tipo simpático, común y corriente", comentó Juncos. El estilista, que exhibe en su local fotos junto a Estela Raval, Carola del Bianco, Panam y María Martha Serra Lima, comenzó a hacer su trabajo. Lo primero que hizo fue lavarle la cabeza al cliente. El primer indicio sospechoso fue que durante esos menesteres, el hombre recibió una llamada en su teléfono celular un tanto sospechosa. "Algo raro sospeché, porque hablaba entrecortado", recordó Juncos.

Pocos minutos después de recibir esa llamada llegaron dos muchachos un tanto más jóvenes que el cliente. Se mostraron como sus amigos y dijeron que lo esperarían hasta que terminara con lo suyo. "Cuando llegaron lo saludaron y le dijeron que lo iban a aguantar. Pero cuando lo estábamos llevando hacia la bacha para enjuagarle la cabeza, los dos se levantaron y uno que vestía campera vaquera sacó un arma de fuego", agregó el estilista.

En ese momento quedó en evidencia que el cliente era un impostor y que realmente estaba en combinación con los asaltantes. René y su hermana no fueron maltratados, pero sí encerrados en el baño del local. "Estuvieron retranquilos, muy cancheros, especialmente el que atendí. Después de encerrarnos estuvieron unos 15 minutos y antes de irse apagaron las luces", resumió el peluquero.

A pesar de la hora y de estar en una zona céntrica, al parecer nadie desde el exterior del inmueble pudo ver lo que sucedía. "Es que a esa hora ya hay poca gente en la calle, para colmo una de las lámparas del alumbrado público estaba apagada y este sector de la cuadra es medio oscuro", sostuvo Juncos, quien está en ese lugar hace dos años.

"En dos oportunidades quisieron entrar a robar, pero siempre fue de madrugada. Una vez desprendieron el aire acondicionado y la otra intentaron barretear las rejas, pero nunca me pasó algo como lo de anoche (por el lunes)", concluyó el estilista unisex.

Los delincuentes actuaron con tranquilidad.