| miércoles, 19 de noviembre de 2003 | gatillo fAcil en V.G. Gálvez Procesaron por homicidio simple a un policía que asesinó a un gomero Alegó que su víctima quiso robarle y le disparó. La jueza cuestionó ambas cosas Un sargento que mató de cinco balazos al empleado de una gomería de 25 años en el acceso a Villa Gobernador Gálvez fue procesado por homicidio simple, un delito que lo obliga a seguir preso y se castiga con 8 a 25 años de cárcel. El policía, que está preso, dijo que disparó porque el muchacho lo había atacado para robarle, pero la jueza de Instrucción Alejandra Rodenas encontró elementos de prueba que sugieren que no actuó en legítima defensa, sino con la intención de matarlo.
La resolución fue comunicada ayer mismo al policía, Mario Cufré, de 52 años, quien desde el día del hecho está preso. Apenas conoció que seguiría entre rejas y que lo acusaban de un asesinato, apeló el dictamen y cambió de representantes legales. Sus nuevos abogados se notificarán del procesamiento esta mañana, por lo que los fundamentos de la jueza aún no fueron divulgados.
De todos modos, el caso presentó desde el principio puntos confusos que llevaron a los familiares de la víctima, Walter Hugo García, de 25 años, a denunciar que la policía inventó un intento de robo y armó la escena de un enfrentamiento para favorecer a un colega en apuros. Osvaldo García, un jubilado del Swift de 61 años, y su mujer Francisca, aseguran que su hijo se fue de su casa llevando sólo un paquete de cigarrillos y que no tenía arma.
El testimonio del policía, según fuentes del caso, fue puesto en duda por las evidencias que quedaron en el cruce de avenida Filippini y bulevar San Diego, uno de los accesos a Villa Gobernador Gálvez donde Cufré mató a García la madrugada del lunes 25 de agosto.
El policía, que prestaba servicios en el destacamento del Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, estaba en un auto junto a su amante esperando un colectivo para volver a su casa en Rosario. Walter volvía de visitar a sus padres y festejar el cumpleaños de un amigo en el barrio vecino al cementerio de Villa Gobernador Gálvez. El muchacho, que trabajaba en una gomería en 3 de Febrero al 1400 de Rosario, se dirigía en bicicleta hacia su casa de la zona sur, donde lo esperaban su mujer y dos hijos de 6 y 10 años.
El relato policial dice que al pasar por allí, a la 1.20, el chico rompió la ventanilla del auto y esgrimió un arma para asaltar a la pareja. En principio la policía informó a la prensa que el joven efectuó un disparo y el sargento respondió la agresión. Una vez en Tribunales, en cambio, Cufré dijo que hubo forcejeo en el que se dispararon cinco balas de su arma. De esos balazos, tres impactaron en el tórax de García y otros dos en el abdomen. Dos de esos disparos fueron efectuados por la espalda.
Fuera de los testimonios, la jueza también encontró pruebas materiales que atentarían contra la versión del uniformado. Un punto clave es que el arma adjudicada a la víctima apareció en un pastizal a 7 metros del lugar. Otro, que sólo se secuestraron vainas servidas del arma reglamentaria de Cufré pero ninguna del revólver 38 que habría portado García, el cual tenía el cargador completo. Este detalle pondría en duda el hecho de que la herida de bala que Cufré recibió en la mano haya sido efectuada por el muchacho.
Todos estos puntos llevaron a la jueza a decidir que el caso debe juzgarse como un homicidio simple, aunque la resolución no es definitiva porque será revisada por la Cámara de Apelaciones en lo Penal. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Walter García, con uno de sus sobrinos. | | |