Sepultaron ayer los restos del juvenil de Talleres Darío Barrera

Fueron sepultados ayer al mediodía los restos del joven futbolista de la cuarta división del club Talleres, Darío Ceferino Barrera, quien falleció en la noche del domingo, una semana después de haber recibido un golpe cuando con su equipo jugaba un partido oficial contra Racing del barrio Nueva Italia.

Al sepelio, efectuado en el cementerio Santa Inés de Villa Allende, asistieron sus compañeros del equipo de cuarta división, otros juveniles de las inferiores de Talleres, y técnicos del jugador, además de familiares y vecinos del joven, domiciliado en el barrio Granja de Funes II, en el norte de esta capital.

El deceso del futbolista de 18 años creó varias polémicas, ya que la familia cuestionó la falta de atención del joven, aunque desde Talleres se dijo que al momento de enterarse de la descompostura de Darío, el doctor Gabriel Oviedo acompañó a la familia hasta que se produjo la internación del joven en el Hospital Municipal de Urgencias, donde falleció.

El episodio comenzó el domingo 9 del corriente cuando se enfrentaron en cuarta división Racing y Talleres, y en un momento, al defender un ataque rival, el joven chocó con la rodilla de su propio arquero, que le dio en la boca del estómago, tras lo cual cayó el piso, un tanto desvanecido y vomitando.

Barrera fue atendido por el médico Andrés López, de Racing, impuesto por el club local de acuerdo al reglamento, y tras unos minutos de atención retornó al juego, consentido por el propio jugador, que terminó el partido sin mayores novedades.

No obstante, en horas de la noche, el joven comenzó a tener problemas que derivaron, tras pasar por los hospitales San Roque y de Clínicas, en la internación en el Hospital de Urgencias, a donde fue trasladado el lunes por la noche por el doctor Oviedo.

Maximiliano Torres, quien se definió como "el mejor amigo" del pibe fallecido, le apuntó a José Omar Reinaldi, el manager de Talleres y director técnico de la cuarta en aquel partido: "Después del partido, Darío le pidió que lo llevara hasta el centro, porque se sentía mal, pero le dijo que no podía. Después, recién apareció por el hospital el domingo a las 23, para decir que el club pagaría el sepelio". Anteayer, Reinaldi no pudo ser ubicado.

El jueves, al detectársele la ruptura del duodeno se practicó una intervención quirúrgica para frenar una gran infección.

Pero a pesar de las atenciones médicas, Barrera falleció el domingo por la noche.

El jefe de guardia del Hospital de Urgencias, doctor Raúl Llaryora, informó que la causa del deceso fue "una falla multiorgánica por infección, provocada por una ruptura de duodeno".

Desde la familia se señaló que se recurrirá a todos los recursos legales para establecer responsabilidades sobre la muerte del jugador, pasos similares que seguirá también el club Talleres, como lo dijo el propio presidente de la entidad, Carlos Dossetti, quien lamentó el fallecimiento de un "jugador de nuestro club, a quien apreciábamos".

Mientras tanto, desde España, Juan García, el representante del jugador, dijo: "Si los directivos dicen que no tienen nada que ver, son unos caraduras. Yo los hago cargo de la situación. A Darío lo dejaron tirado como un perro en el Hospital de Urgencias, y ahora quieren sacarse el collar... Ya veremos qué hacer".

Familiares y amigos en el sepelio del joven.