Charlas en el Café del Bajo

-Ayer me contaron que las huestes obeidistas, preocupadas por el tema seguridad, han convocado a altos oficiales de la policía retirados para solicitarles un plan que contemple la reestructuración policial y, naturalmente, que tenga como propuesta qué hacer con el preocupante tema.

-Volvió la burra al trigo.

-¿Cómo dice, Candi?

-Que de ser cierto lo que le han contado se vuelve a lo mismo de siempre: a reeditar viejas prácticas como las de pedir consejos a ex policias, poniéndose de manifiesto el escaso o nulo conocimiento de los ex y futuros funcionarios (porque son ex y a la vez futuros) en un tema tan importante como es el de la seguridad. Creo que en primer lugar el ingeniero Jorge Obeid debería impedir que asuma el señor Mereke Gianneschi como ministro de Gobierno, porque luego de sus lamentables declaraciones diciendo que aceptó el cargo evaluando una futura doble jubilación, que tenga a su cargo la conducción de la cartera más importante del gobierno sería un verdadero despropósito.

-Esas declaraciones lo invalidan para ejercer, libre de toda sospecha, la función, pues pesarán sobre ella sus inolvidables palabras.

-Por supuesto. Y en cuanto a lo que debe hacerse con la policía y la seguridad, hace algunos meses atrás dimos nuestra opinión en estas mismas charlas.

-¿Puede recordarlo?

-Claro: "Nueva modificación del Código Procesal. No es posible convalidar abusos, pero tampoco flexibilidad rayana con la inobservancia de la ley. En esto la voluntad popular es clara. En el sur de la provincia de Santa Fe se hace necesaria la urgente construcción de una cárcel; desalojar a los presos de las comisarías y destinar al personal policial que los custodia a la tarea de prevención y patrullaje; se debe especializar a la fuerza policial en sus diferentes niveles: agentes, suboficiales y oficiales; hay que incorporar más personal porque está absolutamente desfasada la relación policía-cantidad de habitantes; es imprescindible y urgente equipar a la fuerza no sólo con armas, sino con más vehículos y equipos de comunicaciones. Sigo: se debe descentralizar la acción policial. Cada inspección de zona debe tener su propio cuerpo, su propia estructura táctica y estratégica. Y más: aun cuando en el marco del proceso penal el juicio oral en Argentina ha demostrado ser un rotundo fracaso (por falta de infraestructura) sí es cierto que debe darse a los fiscales el poder de investigación y sacar la persecución penal de manos del juez de instrucción. Los fiscales de primera instancia (previo perfeccionamiento) deben salir de Tribunales e instalar sus despachos en las inspecciones de zonas policiales. Con ello se atenuaría sensiblemente la corrupción policial y se agilizarían las investigaciones. Sólo deberían quedar en el Palacio de Justicia los fiscales de Cámaras y aquellos fiscales que reciban otro tipo de denuncias no vinculadas con lo estrictamente penal. Cuando la policía reprime ya es demasiado tarde para la víctima. Ninguna víctima (y todos lo somos potencialmente) desea que se produzca un delito, de manera tal que más que reprimir hay que prevenir y eso sólo se logra con mayor presencia policial en la calle. Hoy, la estructura penal y policial está desmantelada, la policía goza de un desprestigio que en parte se debe a su propio accionar y en parte a una tendencia que para nada beneficia a mejorar la función policial con lo que el ciudadano al fin recibe las consecuencias, porque una institución denostada sistemáticamente y en ocasiones injustamente dejará de preocuparse por su funcionalidad y exactamente eso es lo que ocurre en Santa Fe y Rosario". Esto lo dije en su momento y añado la responsabilidad municipal que debe coadyuvar a morigerar el delito iluminando más la ciudad, diagramando aperturas de calles, salidas rápidas en algunas avenidas. Y no dejo, humildemente, de recomendar a las nuevas autoridades que si arriban con la intención de quedar bien y vender la imagen de moda (como hacen algunos funcionarios nacionales) denostando a una institución donde puede haber corruptos, pero donde también hay funcionarios honestos y capaces, pues Santa Fe se va a convertir, en materia de seguridad, en tierra de nadie. Los que conocen el tema saben bien que la policía santafesina, como institución, se resintió en su momento por la aplicación de políticas lamentables.

Candi II

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