Editorial

La recuperación y el futuro

Ya no quedan dudas: la recuperación económica del país es un hecho. Día tras día se acumulan los datos aportados por las estadísticas y en concordancia con ellos resulta perceptible el cambio de humor colectivo. En ese marco, cuando es visible que el primer y trascendental paso ya ha sido dado, lo que viene ahora es la discusión en torno de cuáles son los mejores caminos para reinsertar a la Argentina en el mundo, del cual virtualmente se "cayó" después de la cesación de pagos unilateral o default que se produjo tras el desmoronamiento del sistema de convertibilidad a fines de 2001.

Ayer, La Capital brindaba precisiones acerca del repunte experimentado en toda la geografía nacional en base a las conclusiones de un informe elaborado por una consultora de Buenos Aires. Dos elementos se destacaban con nitidez dentro del panorama:1)las ciudades pequeñas lideran en el ítem crecimiento del consumo, al compás de lo que se denomina el "efecto campo"; 2) las clases altas y bajas son las que compran más, en detrimento de la clase media.

Y si bien el primero de los dos puntos no puede evaluarse como sorpresivo, en función de la formidable transferencia de recursos que benefició al sector agropecuario a partir de la devaluación del peso, el segundo merece un análisis más detallado y que sin dudas debe arrancar de la mejoría de los sectores postergados desde la implementación de los subsidios (planes Trabajar) y del renacimiento de la confianza en las capas más pudientes de la sociedad, que siempre estuvieron en condiciones de gastar pero recién ahora se atreven a hacerlo.

Respecto del retroceso -en comparación- de la clase media, tampoco justifica el asombro. Es que esos niveles fueron los más perjudicados por la retención de ahorros en los bancos y sus ingresos en general fijos distan, pese a los aumentos salariales, de haber recuperado el poder adquisitivo del cual gozaban en otras épocas. Sin embargo, corresponde recordar que el retroceso mencionado se produce en el marco de un unánime crecimiento.

Mientras tanto, el presidente Kirchner acordó formar un frente con los más importantes mandatarios latinoamericanos -Fox, Lula, Lagos- para negociar las condiciones de un probable ingreso al área de libre comercio americano denominada Alca, propulsada por los Estados Unidos. Con tino, ayer los principales referentes de la Iglesia Católica recordaron los peligros que implica para las naciones pobres el relacionarse en un plano de igualdad con las poderosas. De todas maneras, ese es el debate que se avecina y en el cual deberían interesarse todos los argentinos, porque de lo que se resuelva depende gran parte del futuro de su patria.