Los obispos piden un Alca que respete la soberanía de los países

Advirtieron los efectos negativos que puede traer el acuerdo de libre comercio

Los obispos argentinos advirtieron ayer que la conformación del Area de Libre Comercio de las Américas (Alca) "debe respetar la soberanía integral de cada Nación" que lo componga y que no debe hacerse "en detrimento" del Mercosur, en tanto que bregaron para que se establezcan "salvaguardas para los países de economías más débiles que no podrán competir con las más fuertes".

La preocupación de los obispos está contenida en una declaración de 9 puntos titulada Ante los Desafíos del Alca, difundida ayer y que fue redactada durante la octogésima sexta asamblea plenaria presidida por el titular del Episcopado, monseñor Eduardo Mirás, que deliberó durante la semana pasada en la localidad bonaerense de San Miguel.

De esta manera, los prelados argentinos se sumaron a las comisiones episcopales del resto de los países del Mercosur, y también de Chile y Bolivia, que se reunieron en Montevideo el 4 de septiembre pasado y se expresaron en el mismo sentido.

El tema fue llevado al plenario por los equipos de Pastoral Social de las diócesis de la región Patagonia-Comahue, que adhirieron formalmente a la consulta popular contra el ingreso de la Argentina al Alca que varios cultos, sindicatos y organizaciones no gubernamentales realizarán esta semana y la entrante.

Aunque el texto difundido ayer no hace referencia a la consulta, muchas diócesis se sumarán a la iniciativa.


Por un desarrollo genuino
"El Alca, como los demás tratados internacionales, debe fundarse en el respeto de la soberanía integral de cada Nación y en la inviolabilidad de los derechos humanos, en particular el de la vida desde su concepción hasta la muerte natural, y debe implementarse como un medio para consolidar en la región las estructuras democráticas y participativas", sostienen los prelados en su pronunciamiento.

Los obispos consideraron que el fomento del comercio entre los países del continente "será realmente positivo en la medida en que respete la soberanía de las naciones y promueva el desarrollo integral y la mejor calidad de vida de todos los pueblos signatarios y de todos los sectores y personas que los componen, y no sólo de algunos pocos".

En ese sentido, afirmaron que "no se puede ignorar que existen desigualdades enormes entre los países del continente que suscribirían el tratado" y, por ello, consideraron "importante" que en todo acuerdo de este tipo "se establezcan salvaguardas para aquellos países de economía más débil que no podrían competir con los más fuertes".

Citaron asimismo a sus pares uruguayos, quienes en una declaración anterior consideraron que "la excesiva desproporción de las capacidades competitivas de los países, algunos con economías muy fuertes y desarrolladas, otros muy débiles, y el desequilibrio de intereses y poderes podrían traer consecuencias muy graves, especialmente en relación con la identidad cultural, los puestos de trabajo y la misma subsistencia de las economías más frágiles".

En otro tramo del documento, el Episcopado argentino indica que así como "de acuerdo al principio de subsidiariedad, las entidades mayores no deben quitar espacio a las menores", el Alca "no debe hacerse en detrimento del Mercosur y de otros organismos que promueven importantes valores; por ejemplo, el Pacto Andino, el Centroamericano, y los distintos pactos bilaterales". (Télam)

Monseñor Eduardo Miras.