| miércoles, 19 de noviembre de 2003 | Reflexiones y deseos Debo reconocer que por primera vez en muchos años estoy un poco esperanzado en el nuevo presidente a pesar de no haberlo votado. Me parece que está actuando diferente a todos los anteriores, y esto es lo que me lleva a creer que pretende hacer algo a favor del pueblo que trabaja y en contra de tanta corrupción. Tengo muy claro que no será una tarea fácil ni de poco tiempo. Es más, pronto aparecerá la oposición, y si ven que quiere favorecer a los sectores más débiles ya me imagino quiénes estarán en esa oposición: los gordos de la CGT, que siempre la pasan muy bien; muchos punteros, que nunca querrán volver a trabajar de verdad -si es que alguna vez lo hicieron-; los grandes empresarios, que siempre son sus aliados; algunos curas, también pastores, periodistas y políticos. Todos estos personajes juntos son muy pocos comparados con el pueblo que trabaja y sufre, pero son muy hábiles para "trabajar" cuando quieren bajar a un gobierno que no es afín a sus intereses. Es verdad que estamos muy mal, pero también es cierto que ningún gobierno podrá revertir esto de un plumazo. Pero si vemos que el presidente está dispuesto a jugarse por el pueblo debemos estar dispuestos y preparados para ayudarlo. Bien, ahora trataré de expresar mis deseos. Primero: si de verdad el presidente está dispuesto a gobernar para la mayoría, que lo haga y nos convoque, y en cuanto le empiecen a poner palos en la rueda, que lo grite. Que dé nombres y apellidos.
DNI 7.196.663
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