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 domingo, 09 de noviembre de 2003

Producción. Bajo la fórmula de encadenamientos sectoriales de valor, los empresarios intentan potenciar las fortalezas de las pequeñas y medianas empresas
Encuentro industrial: La exportación se viene en cadena
Los industriales de la región impulsan un modelo por el cual pymes y grandes firmas hagan sinergia para ganar competitividad

"Tenemos la voluntad de recuperar una comunidad empresaria estrechamente afianzada", dijo Osvaldo Rial, el presidente de la poderosa Unión Industrial de Buenos Aires, y "las cadenas de valor permitirán esto".

Quien fuera presidente de la Unión Industrial Argentina y en oportunidad del 2º Congreso de Federal de Industriales de la Región Centro, resumió los lineamientos de un debate prometedor, pero aún con mucho por transitar: la posibilidad de refundar una industria con identidad nacional a través de la consolidación de un concepto de cadena, donde pymes y grandes compañías hagan sinergias en pos de un objetivo común.

El desafío no es inédito pero tal vez el momento histórico y político que atraviesa el país aporten el marco ideal para lograrlo. Al menos así lo creen algunos empresarios que se juegan a favor de este proyecto. "Vivimos un momento histórico y esto es ideal para reindustrializar el país, como la única forma de poder contener a los 37 millones de habitantes", dijo Rial.

Con un escenario económico más predecible que hace un año y una batería de anuncios oficiales que prometen consolidar el crecimiento en base a la exportación, la inversión y el consumo, los empresarios e industriales empiezan a creer que este proyecto es viable.

Uno de los primeros en avistar la oportunidad fue el titular del grupo Techint, Paolo Rocca, el principal impulsor del encuentro que se realizó el jueves en Rosario y que ya tuvo una primera edición en Corrientes, con protagonistas de otros sectores de la actividad económica.

En rigor, el grupo Techint ya viene trabajando hace casi un año en la idea de afianzar las cadenas de valor en el sector siderúrgico, una movida donde la compañía que preside actúe como un paraguas que potencie las posibilidades de las pymes proveedoras de esa industria.

Pero el empujón también viene desde los lineamientos básicos del modelo económico que de a poco esboza el gobierno de Néstor Kirchner. "Uno de los ejes fundamentales del crecimiento sustentable son las exportaciones", dijo el ministro Roberto Lavagna ante los industriales de la Región Centro y agregó que "a mediano plazo el crecimiento se genera con inversiones privadas".

La férrea determinación de las grandes compañías como Techint que buscan recrear un modelo en cadena, el apoyo de las centrales fabriles de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba y la decisión del gobierno de apostar por este modelo, como antítesis de lo andado en los años 90, están apenas enunciadas.

La decisión de ponerlo en marcha para potenciar a las pymes, que conforman el universo más numeroso de los integrantes de las cadenas de valor en los distintos sectores, está apenas en pañales.

Las pequeñas y medianas empresas fueron las principales protagonistas del encuentro de industriales y allí quedó plasmada su voluntad definir concretamente debilidades y fortalezas de cada sector. Sin embargo, a la hora de redondear las posiciones primaron los reclamos sectoriales relacionados con el marco impositivo, crediticio y fundamentalmente respecto de las asimetrías con Brasil, en lugar de la elaboración de pautas de encadenamiento.

Y tampoco quedaron atrás el pase de facturas hacia las grandes empresas, que aunque no se hicieron públicas en los estrados se hicieron sentir en las charlas informales y no tanto, de los empresarios pymes presentes.


Quejas de las pequeñas
Mientras la gigante siderúrgica argentina quiere crear lazos con sus pymes proveedoras, aquellas pequeñas y medianas firmas que se abastecen en Techint y que forman parte de la misma cadena de valor se siguen quejando por los precios de la chapa que ofrece la compañía.

El debate no es privativo de este sector. En la cadena de las carnes los chispazos no son menores y enfrentan fundamentalmente a integrantes de un mismo eslabón como es el caso de la industria frigorífica, que actualmente está enfrentada por la distribución de la cuota Hilton.

"Hay que atomizar la actual concentración de las exportaciones para que los beneficios lleguen a toda la cadena, particularmente nos referimos a la cuota Hilton y a la concentración que se genera en la industria del cuero", dijeron los integrantes de la cadena de la carne en sus conclusiones de trabajo durante el encuentro de industriales.

Medio en broma, medio en serio, también se escuchó decir a los industriales de ésta cadena "estamos todos peleados", como una forma de graficar que los acuerdos aún están muy lejos de llegar a buen puerto.

"Hoy no es un dato menor que las diferencias de tamaño entre empresas puedan superarse cuando existe una verdadera identidad nacional", expresaron los organizadores del encuentro y volvieron a enfatizar la idea del trabajo conjunto.

Pero los hechos demuestran que esa identidad por ahora está apenas en construcción y las diferencias aún no consiguen superarse.


Una cuestión de tamaño
La diversidad en el tamaño y la estructura de las empresas que conforman las cadenas de valor que se analizaron en el encuentro (de carnes, avícola, textil, de la madera, de maquinaria agrícola y autopartes) son tal vez los principales escollos para el trabajo horizontal. No por la escala en sí, sino por los intereses que cada una representa.

Así, el segmento de la cadena avícola de carne está compuesta por el sector primario (criaderos y reproductores independientes) que están atomizados en más de 5.000 granjas fundamentalmente asentadas en Buenos Aires y Entre Ríos.

En tanto, la industria alimenticia (faenadores) muestra una alta concentración de empresas. Son 55 plantas concentradas en las mismas regiones que el sector primario.

En la cadena autopartista, la polarización es mucho más exacerbada. El sector industrial básico (materias primas) está altamente concentrado. La industria autopartista se divide en quienes elaboran partes y piezas, donde priman las pymes y el subsector de subconjuntos y conjuntos, donde prevalecen las firmas multinacionales.

Finalmente, las terminales automotrices son grandes multinacionales.

La cadena foresto-industrial atraviesa una similar composición. El segmento de muebles en la Argentina tiene una fuerte atomización de la producción y sin especialización por líneas de productos, en un mercado interno acotado.

Los subsistemas que componen el sector foresto-industrial presentan grandes diferencias.

En el segmento de muebles de madera y materiales para la construcción predominan las pymes y hay baja concentración. Exportan en promedio 25 millones de dólares. En de pasta y papel está conformado por empresas grandes y con alta concentración. Exporta por 283 millones de dólares.

Con un universo tan multifacético, las estrategias de crecimiento en cadena se tornan más difíciles.

Aunque los empresarios presentes en el encuentro industrial manifestaron la voluntad de hacer el intento para crecer en conjunto, el repaso sobre la estado de situación y los reclamos se focalizaron más en la coyuntura y las necesidades puntuales que en la elaboración de una estrategia global de la cadena.

En líneas generales, este encuentro no pasó más allá de la tradicional mesa de reclamos, aunque tuvo como particularidad la contraparte de un nutrido grupo de funcionarios del gabinete nacional que contestó mano a mano cada pedido.

Por caso, el secretario de Industria y Comercio de la Nación, Alberto Dumont, señaló que "el grueso de las medidas indicadas por los sectores pueden ser razonables y en algunos casos -como el de la maquinaria agrícola- en poco tiempo podrían ser implementadas".

Así se refirió a cuestiones como el mantenimiento del reintegro del 14% para las ventas de bienes nacionales, más conocido como el decreto 379 y sus modificatorias, o la posibilidad de instrumentar la amortización acelerada de equipos nacionales, dos de los reclamos que plantearon los industriales del rubro de boca de Rubén Giorgi.

El funcionario fue más allá y explicó que en respuesta a los reclamos de distintos sectores industriales -que se hicieron oir en el encuentro- ya se puso en marcha desde su ámbito la creación de los foros nacionales de competitividad industrial de cadenas productivas.

También la presidenta del Banco Nación, Felisa Micelli, salió a responder con ofertas concretas los reclamos de financiamiento de los integrantes de las distintas cadenas.

"Veo que la demanda de crédito pasa fundamentalmente por líneas de crédito para capital de trabajo, para inversión, para la adquisición de bienes de capital, para prefinanciar y financiar exportaciones y para participar en promociones de comercio exterior a través de ferias comerciales", dijo la funcionaria y paso seguido replicó: "Creo que todo el tipo de diseño de líneas están en el Banco Nación, quizás tenemos otro tipo de restricciones que tienen más que ver con requisitos de acceso al crédito, normativas en las que estamos trabajando junto al Banco Central para alivianarlas", aclaró Micelli.


La experiencia piloto
Las diferencias existen, pero algunas experiencias parecen indicar que se puede trabajar en una estructura de cadena. Eso sí, esto requiere de estrategias conjuntas donde prime la idea de que el negocio es más conveniente cuando todos ganan, sin que esto sea a costilla de otro integrante.

La cruzada encarada por Rocca (Techint) tiene los ojos puestos en lograr que el sector logre duplicar las exportaciones.

La compañía, una industria base con una red internacional y de posicionamiento a nivel mundial, tiene la posibilidad de interactuar más allá de las fronteras con una red de productos de mayor valor agregado generados por las pymes de la región.

La firma tiene una red de ejecutivos que están trabajando para ver cómo consolidar estas estructuras. De hecho, varios de ellos formaron parte de los talleres de maquinaria agrícola y autopartes en el encuentro de industriales.

Además de su estructura comercial, Techint le facilitaría a las pymes sus oficinas comerciales en los mercados externos, participaría como abastecedor de materia prima en desarrollo de proyectos productivos y al mismo tiempo les abriría el camino para logar una red de financiamiento a aquellas pymes que no puedan acceder al crédito, ya sea en forma directa o a través de avales.

La empresa también está trabajando junto a la Cancillería argentina en el plan Propymes para lograr la inserción comercial de los productos con valor agregado producido por pymes del sector.

Los directivos de Techint dicen que están jugados por este proyecto. Así lo manifestaron los ejecutivos que estuvieron recorriendo los pasillos del Parque de España donde se realizó el encuentro de industriales. "Estamos todos trabajando en esto porque Rocca quiere ver resultados", dijeron.

La pelota está en la cancha, el gobierno ya dio el pitazo y ahora es el tiempo de los jugadores. En este partido, las pymes juegan de locales.

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Industriales de la provincia junto a Reutemann.

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