| domingo, 09 de noviembre de 2003 | Carola Nin, 30 años, designada por Obeid para encabezar la cartera educativa "Se sorprenderán con mi gestión", desafió la futura ministra de Educación provincial Sostiene que "hay que volver a enseñar" las disciplinas básicas como lengua y matemática Laura Vilche / La Capital "Se van a sorprender con mi gestión. Tiempo al tiempo". Con esa respuesta desafía la futura ministra de Educación, Carola Nin, cuando se le pregunta si Jorge Obeid la designó como titular de la cartera por ser esposa del diputado electo Marcelo Gastaldi. "Quienes dicen eso subestiman la inteligencia del ingeniero Obeid y su capacidad política", retrucó Nin, de 30 años, nacida en Casilda pero recibida de profesora en la escuela de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Rosario. La Capital la entrevistó ayer a 24 horas de designada. Allí, Nin adelantó cuáles serán los ejes de su gestión: que los docentes vuelvan a enseñar, sacarles de encima las tareas que no hagan a su quehacer educativo, además de brindarles capacitación, mejorar la infraestructura escolar y analizar los subsidios a los privados "caso por caso y dentro de la ley". Y a diferencia del actual ministro, Julio Zapata, quien como carta de presentación dijo "soy sumiso a los obispos", Nin remarcó: "Yo soy hija de la escuela pública".
-El recorte de los subsidios a los colegios privados fue una medida que le costó el puesto al ex ministro Daniel Germano. ¿Cuál será su postura?
-La discusión entre lo público y lo particular se da desde la sanción de la ley 1.420. Hoy, ni lo público ni lo privado son lo que eran antes, y en este sentido me niego a discutir primero el financiamiento y después la política educativa. Esta discusión de más de cien años no se resuelve con medidas de un día para otro.
-¿Le parece lógico que el Estado subsidie en un ciento por ciento a colegios que cobran altas cuotas?
-No. Por eso estudiaremos caso por caso y, sin dudas, nos manejaremos dentro de la ley. Porque en esta discusión no hay que perder de vista que hay escuelas públicas, pero también privadas, que atienden a alumnos de sectores carenciados, y no podemos dar entre ellas una confrontación rupturista. El sistema está herido y necesitamos que se vuelva a consolidar con sentido colectivo.
-En plena confrontación entre el sector privado y el ex ministro Germano, el ingeniero Obeid dijo que "no era el momento" de ponerles tope a las cuotas.
-Coincido con él. Opinó que no era el momento ni la forma. Para llegar a esas medidas hay que generar algún tipo de consenso. Insisto con preservar el sistema que cubre las necesidades insatisfechas. Hoy en día los docentes tienen muy buena voluntad, son los que mantienen la única institución del Estado que está en pie, pero la educación no se sostiene con el compromiso individual de los maestros. Debe haber un proyecto estatal claro.
-En definitiva, ¿ni los privados ni la Iglesia le marcarán el camino a seguir?
-No. Van a ser parte del diálogo.
-¿Sabe con qué presupuesto contará?
-Sé que es un presupuesto significativo en relación al general de la provincia. Aún no tengo los datos finos. De todos modos, la idea es revertir una cuestión que se fijó en los 90: primero se discutía el presupuesto y después qué hacer. Nosotros sabemos muy bien qué hacer.
-¿Qué harán?
-Lo primero será volver a priorizar el acto educativo, esto es poner el eje en la escena donde hay un docente, alumnos que aprenden, los bancos, las sillas, la tiza, los materiales adecuados y un ambiente propicio para el traspaso de conocimientos.
-Bueno, alumnos hay, docentes hay, pero la infraestructura deja bastante que desear...
-Sabemos que hay escuelas deterioradas y trabajaremos para que esto se revierta. Pero aclaro que nada se resolverá en el primer mes, ni en el primer año de gestión. La educación es una apuesta a futuro. Y esta es la grandeza de Obeid. El está poniendo a la educación en el centro de la escena política santafesina, un área cuyos resultados se verán a largo plazo.
-¿Cómo hará para liberar a los docentes de tareas que no tienen que ver con su quehacer educativo, una promesa que anunció el propio Obeid?
-Volviendo a enseñar. Hoy se enseña, pero el docente no puede dedicar todas sus energías a este aspecto porque tiene que trabajar en el comedor, atender la salud y la violencia. Por eso haremos pruebas piloto para que los comedores escolares funcionen en otras instituciones como las de promoción comunitaria. Será un cambio lento, los chicos deben seguir comiendo y el Estado no puede renunciar a esa prestación. Hoy se habla mucho de calidad, de lo que no se habla es de igualdad. No podemos resignarnos en esta provincia a tener niveles muy altos y muy bajos de calidad.
-La calidad también depende de la profesionalización de los docentes...
-Creo que hay que poner énfasis en la capacitación de las disciplinas en sí mismas: lengua y matemática, por ejemplo. Porque los docentes nos hemos imbuido de muchas teorías importantes, que nos hicieron olvidar lo básico. Hay una concepción de saber que dice: "Lo obvio revisado es el saber". El Estado tiene que volver a planificar estrategias de capacitación y para eso se necesita conocer, tener experiencia, capacidad de escuchar propuestas, generarlas y sostenerlas en el tiempo.
-¿Usted siente que tiene todas esas capacidades?
-Por supuesto, pero además, el trabajo de ministro nunca es solitario, formaré un equipo amplio y con experiencia.
-¿Qué le dice a quienes opinan que la designaron al frente de la cartera por ser la esposa del diputado electo Marcelo Gastaldi?
-Que se van a sorprender. Quienes dicen eso subestiman la capacidad política y la inteligencia del ingeniero Obeid. Yo les digo simplemente, tiempo al tiempo.
-¿Tampoco es cierto que quien manejará verdaderamente el ministerio será Ricardo Dupuy (subsecretario de Educación designado)?
-Tiempo al tiempo (se ríe).
-¿Qué pasará con el salario docente?
-Nos pidió Obeid que pensemos propuestas con mesura y equilibrio. Hablaremos obviamente con los gremios.
-¿Qué se hará para revertir la violencia que se está viviendo dentro de las escuelas?
-Los adultos tendremos que volver a instaurar reglas claras dentro de la escuela, límites. No hablo de autoritarismo, sino de la ley que nos permite, una vez que la conocimos, transgredirla y crecer. La institución representa de alguna forma la figura paterna, la figura del orden y la cultura. El límite respetuoso también comenzará a generar conocimiento.
-Y ¿cómo se establecerá ese límite?
-De a poco. Conversando con directoras de escuela, haciendo reuniones con los supervisores. No se puede pasar de límites laxos a duros sin generar reacciones y excesos. Ahora bien, el que crea que resolveremos el tema de la violencia desde la escuela está en un error.
-El ex ministro Alejandro Rébola sostenía que había que garantizar un ciclo lectivo de 180 días de clases. ¿Usted qué dice?
-Yo iría más allá. Hay que garantizar 180 días de clase, pero con los chicos dentro del aula y aprendiendo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | "Soy hija de la escuela pública", se presenta. | | |