| domingo, 09 de noviembre de 2003 | Rosario ve pasar mensualmente 360 embarcaciones de gran porte Prefectura controla la navegación debajo de la conexión a Victoria y las prioridades de paso Rosario ve pasar mensualmente unos 360 barcos de gran porte que atraviesan el puente principal a Victoria. En su mayoría son cargueros de ultramar, seguidos por los llamados buques tanque y luego containeros y convoyes de empuje de barcazas.
La primera categoría de embarcaciones está compuesta por navíos cuya longitud oscila entre los 150 y 220 metros de eslora (largo) y pesan entre 12 y 20 mil toneladas sin sumarles el volumen de la carga. Y si se agregan los cereales que básicamente transportan, los valores estarán entre las 50 y las 70 mil toneladas. En rigor, transitan 180 barcos de este tipo cada mes a través de la conexión vial.
En cuanto a los buques tanque (que pueden llegar a medir hasta 200 metros de largo, aunque también menos de 100), pasan unos 80 cada 30 días. Su carga está compuesta por derivados de hidrocarburos.
Finalmente, hay que sumar otros 100 navíos mensuales correspondientes a la categoría "buques en general" (con containers, por ejemplo) que poseen una extensión menor a los 100 metros de eslora.
Prefectura Naval Argentina estableció determinadas reglas de cruce y tránsito debajo del puente. Entre ellas se destaca que las embarcaciones de importante magnitud "deberán disminuir su velocidad a la mínima que permita el gobierno y la maniobrabilidad, a la vez que llevarán el ancla lista a fondear".
Por otro lado, está prohibido el cruce o el adelantamiento de los navíos de eslora total superior a los 35 metros en un kilómetro de distancia a cada lado del puente.
En cuanto a los barcos mayores de 120 metros de largo, los entrecruzamientos se prohíben hasta 2 mil metros en ambas márgenes de la traza.
"En todos los casos, la coordinación para realizar maniobras de cruces serán realizadas mediante comunicación buque a buque", dice otra de las reglamentaciones. Esto también tendrá que ser informado a Prefectura.
Para pasar, siempre tienen prioridad los navíos que se dirigen aguas abajo, es decir hacia el sur, "por una cuestión de maniobra ya que, al haber corriente a favor, tienen menos posibilidades de hacer cambios bruscos de dirección", explicó a La Capital el prefecto Miguel Siboldi.
El tránsito de estos barcos por la zona del Paraná donde se enclava el puente es muy fluido y se debe fundamentalmente a la fuerte actividad que se genera en San Lorenzo y Puerto General San Martín, que supera mucho a la de Rosario. Tan así es que el promedio de actividad es del 90 y 10 por ciento, respectivamente.
Las embarcaciones más chicas, es decir, menores de 35 metros, pueden transitar sin inconvenientes.
Prefectura realiza en la actualidad controles por radio, pero está previsto "radarizar" la conexión vial, por lo que podrá tener la visual del paso de los barcos en pantalla.
El Rosario-Victoria tiene 120 metros de ancho de cruce y una altura que varía entre los 57 y 59 metros; suficiente si se tiene en cuenta que las embarcaciones llegan a 35 metros de manga como máximo.
Las boyas de aproximación son clave al momento de girar hacia el centro del puente con la intención de pasar por debajo de él. Sin embargo, la traza tiene un emisor de señales que informa al radar del barco el lugar ideal para trasponer el enlace físico vía fluvial.
El paso de las embarcaciones en el sector del puente a Victoria está regulado desde que comenzó su construcción. "Esto fue mucho más complicado cuando todavía se trabajaba en la obra y aún había sólo pilotes", recordó Siboldi, antes de aclarar que "cuando estaban los pontones y las grúas eran muy difíciles las tareas de control y había que tener todavía más precauciones". enviar nota por e-mail | | |