| domingo, 09 de noviembre de 2003 | Mujeres sin mitos ni estereotipos Ensayo. Serpientes y palomas Paola Irurtia / La Capital Los mitos y discursos que circulan desde hace siglos y aún estructuran los mandatos sociales sobre la mujer son el objeto de trabajo del libro "Serpientes y palomas", de la psicóloga rosarina María del Carmen Marini. El volumen cuenta con colaboraciones de Liliana Szot y Liliana Pauluzzi y está compuesto por un compilado de trabajos sobre la problemática femenina elaborados durante dos décadas de labor en grupos de mujeres y que fueron presentados en diferentes congresos de género.
La impronta patriarcal en los discursos cotidianos, los refranes, las canciones o las producciones académicas y científicas son uno de los hilos conductores presentes en los textos que plasman la pretensión de desarticularlos primero desde la denuncia -en su des-cubrimiento -, y luego desde la necesidad de un trabajo permanente en busca de encontrar una forma propia de nombrar y hacer hablar los propios deseos y sentimientos de las mujeres, liberadas de la carga de ser habladas por un discurso ajeno.
El trabajo apenas deja asomar con método académico la arqueología de la femineidad, una labor que hace desear.
Los escritos compilan buena cantidad de citas de trabajos de otros/as estudiosos/as de género, además de los defenestrados cristalizadores de mandatos patriarcales. Uno de ellos funda el origen simbólico del universo femenino. "Ahí donde las amazonas beben ambrosía y acarician el lomo de peludas gatas blancas se está gestando, desde hace casi tres mil años la saga de la otra mitad del mundo" hace hablar la escritora a Angélica Gorodischer.
Los cuestionamientos que plantea el ensayo abarcan desde las teorías del desarrollo embrionario hasta las de Sigmund Freud. Y navegan sobre un festival de textos populares en los que se presenta a la mujer dentro de estereotipos que la prefieren sumisa, entregada, abnegada y silenciada a riesgo de hallarla sospechosa o culpable de cualquiera de las consecuencias surgidas de la transgresión de esas normas surgidas del universo masculino y a las que considera un desafío para las mujeres que asuman hacerse cargo de sus deseos y sus vidas.
El objetivo explícito en cuanto a la relación con los hombres "no es derrocarlos ni inmolarlos, sino reacomodar los vínculos", advierte desde las primeras páginas, contra fundamentalismos feministas y machistas.
Todo el trabajo, que recorre mitos sobre el amor, la sexualidad femenina, o el rol de la maternidad, se funda en la necesidad de rever los efectos de los discursos patriarcales en la salud mental de las mujeres. En términos coloquiales, transita búsquedas de salidas a una situación de mutilación y angustia que pueda inscribirse en la liberación de mandatos impuestos por caminos que conduzcan a la plenitud. Al menos, incita a insistir en los intentos. Habla desde los padecimientos de las mujeres, pero no deja afuera cambios anhelados desde los movimientos de liberación masculina, que desde su sede montevideana plantearon la necesidad de "perder a una sirvienta para ganar una compañera".
María del Carmen Marini es cofundadora de la Casa de la Mujer, magistra del posgrado de Género de la Universidad de Rosario y participante del grupo Psique, además de tener práctica de consultorio en la que se desempeña fundamentalmente en asistencia a mujeres. enviar nota por e-mail | | |