Budapest: Hungría para la tercera edad

El actor Tony Curtis está interpretando su más reciente papel protagónico: vender Hungría, la tierra de sus antepasados, a los estadounidenses de la tercera edad que suelen dejar grandes cantidades de dinero en sus viajes.

El rompecorazones de películas de la década de 1950, como "Una Eva y dos Adanes", está en Budapest para rodar dos anuncios que Hungría espera la ayuden a situarse como el centro de los balnearios y turismo "de buena salud", abandonando la imagen tradicional de la paprika y la música gitana.

Curtis, cuyo nombre verdadero es Bernard Schwartz, hijo de padres judíos que emigraron a Estados Unidos en los años 20, dijo que esperaba que su papel en los anuncios, que deben exhibirse la próxima primavera boreal, ayuden a subir el perfil de Hungría.


Con dinero y tiempo para viajar
El Consejo de Turismo de Hungría está apuntando a los estadounidenses de edad avanzada que tienen más dinero y tiempo para viajar.

En 1987, Curtis inició la Fundación Enmanuel para la Cultura Húngara en honor a su padre. La entidad ha donado importantes fondos para ayudar a restaurar la sinagoga Dohany de Budapest, la mayor de Europa.