Entre Ríos: Tras los pasos de Urquiza

La estancia San Pedro, distante 230 kilómetros de Rosario, es una suertede escondite para disfrutar de buena comida y entregarse al descanso

La estancia San Pedro -ubicada a 230 kilómetros de Rosario- es una de las más antiguas de la provincia de Entre Ríos. Hace más de ciento cincuenta años que es propiedad de la misma familia. Fue adquirida en 1846 por el general Justo José de Urquiza, quien en 1854 fue el primer presidente de la Confederación Argentina. Luego de su muerte fue heredada por su hija Justa, casada con el general Luis María Campos. Fue ella quien emprendió la tarea de la edificación actual del casco.

San Pedro es un establecimiento dedicado a la explotación agrícola ganadera. Actualmente tiene una superficie de 6.500 hectáreas, de las cuales 900 son monte virgen, con una variedad increíble de fauna (carpinchos, nutrias, zorros, zorrinos, liebres, patos silvestres, garzas grises y mulitas) y flora autóctona (talas, espinillos, guayabos, ñandubay, chañares, molles, siempreverdes, algarrobos, ceibos y coronillas).


Cultivo de arroz
En la estancia la actividad principal es el cultivo de arroz, que se realiza desde agosto hasta abril. Atiende durante todo el año la cría y engorde de ganado vacuno.

La casa principal es de año 1872. Sobre la primitiva edificación se construyó en 1928 la actual residencia principal, estilo Tudor, decorada con espléndido mobiliario. Mientras que la casa de huéspedes se levantó en 1911.

El casco está rodeado por un añoso parque de 180 hectáreas diseñado por Carlos Thays, con las más variadas especies (robles americano y europeo, cipreses, cedros, eucaliptus colorados y negros, palmeras washintonea, cicas revolutas, acacias, magnolias, palos borrachos, fresnos y álamos), cercado por majestuosos portones traídos de Francia. Una magnífica capilla, estilo neogótico, congrega todos los domingos a los residentes y vecinos de la zona.


Muros con historia
Los que se alojan en la estancia no pueden sustraerse a la historia que encierran sus muros, contadas por sus dueños actuales, descendientes directos del caudillo.

En realidad, la estancia San Pedro es en sí misma un pequeño pueblo, ya que tiene una escuela para los hijos de los trabajadores, una sala de primeros auxilios y una pulpería, además de carnicería y panadería.

La oferta de actividades incluye desde cabalgatas, avistaje de aves y safaris fotográficos en los montes cercanos, hasta paseos en carruajes antiguos por el parque, o en piraguas por la laguna.

Mas allá de las actividades de campo, lo singular de la estancia es su historia, que comenzó en 1846 cuando el general Urquiza compró esos campos, de los que años después, en 1870, partirían sus asesinos.

Los hombres que finalmente terminaron con su vida actuaron a instancias de Nicomedes Coronel, el capataz de la estancia que el caudillo entrerriano tenía como leal a su causa.

Presagio o no de lo que sucedería en el futuro, el lugar es ahora una suerte de plácido escondite donde se disfruta de placeres tan sencillos como la buena comida, el descanso y el ocio.

Para mayor información se puede enviar un correo electrónico a [email protected] o contactarse con el teléfono [phone] ó 492301.


Actividades imperdibles
* Cabalgatas.

* Observación de aves: cigüeñas, garzas blancas, rosas y grises, cardenales y ñandúes.

* Safaris fotográficos a través del monte virgen.

* Paseos en coches antiguos o en piragua.

* Pesca en arroyos y en el río Gualeguaychú.

* Práctica de golf.


Excursiones opcionales
Desde la estancia se puede visitar el Palacio San José, la ciudad de Concepción del Uruguay, el Colegio Nacional Justo José de Urquiza, la basílica Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, el Mausoleo del General Urquiza, el museo Delio Panizza, el Palacio Santa Cándida, las ciudades de San José, Basavilbaso y Colón, y el Parque Nacional El Palmar.

El majestuoso portón de la estancia San Pedro.