¿Te acordás hermano?

Ramón Carranza, "Bolita" difícil

El centrofoguar de Newell's desde el 53 al 55 es un trotamundos del fútbol que hizo de todo

Miguel Pisano / La Capital

Bolita le ganó a Ramón por afano. Como la gillette a la hojita de afeitar, la curita al apósito y la birome al bolígrafo. El ex centrofoguar de Central Córdoba y Newell's de principios de los 50 es un trotamundos del fútbol que hizo de todo: a los 13 años vendió hielo y verdura en una jardinera en Tiro Suizo, a los 17 firmó el primer contrato con Central Córdoba, a los 20 jugó en Newell's, luego emigró a Unión Española de Chile, Granada y Espanyol de Barcelona, volvió para jugar en Independiente de Chañar Ladeado, su fundió con una granja y rotisería en barrio Cura, manejó seis años el viejo y querido 54 y fue durante 27 años chofer del presidente del Concejo Municipal.

Nacido el 28 de julio del 31 en Los Surgentes, Ramón Sergio Carranza vino a probar suerte a Rosario cuando apenas era un pibe de 13 años y paró en la casa de su primo, la Chancha Semprini, aquel defensor de Central Córdoba y Newell's. "Siempre me gustó mejorar y tuve mucha suerte, gracias a Dios", sorprende Bolita a Ovacion, a sus jóvenes 72 años, en una mesa del legendario Social Sur, un imperdible refugio de arrabaleros, jugadores y autodidactas de café, enclavado en el corazón de Tablada.

-¿Quién te puso Bolita?

-Alonso, un amigo de mi cuñado Bussano, que le dijo: "Mirá nariz de bolita. Y me quedó hasta hoy. Cuando estaba en el Concejo si llegaba un punto que preguntaba por Carranza no me conocía nadie.

-¿Cómo era Tablada en el 46?

-Todo campo y vagones del ferrocarril. Vivía en Amenábar y Buenos Aires, así que futbolísticamente nací en la quinta de Córdoba, donde firmé mi primer contrato a los 17 años y después nunca más laburé (risas).

-¿Salieron campeones en Córdoba en el 52 y ascendieron a segunda?

-Sí, jugué en Córdoba hasta el 52, cuando fuimos el primer campeón profesional de la AFA con aquel equipo que formaba con Capellini; Semprini y el Bocón Bosegnani; Volpe, Morales y Acevedo; Olivera, el Bolita Carranza, Hermenegildo Rodríguez, Indalecio López y Raúl Rodríguez.

-¿Cómo llegaste a Newell's Old Boys?

-Ese año hice me tocó el servicio militar y pasamos a Newell's con Cayetano Volpe. Newell's nos compró a los dos por 60 mil pesos y jugué tres años, del 53 al 55.

-¿Cómo formaba aquel equipo de Newell's que hizo una gira por Europa en el 55?

-Castro; Peloso y Coronel; Boveri, Ramacciotti y el Chino Miralles; el Mono Bernabé Carranza, Bellotti, Bolita Carranza, la Bruja Belén y el Piojo Yudica.

-¿Aquella gira te sirvió para emigrar?

-Por la gira me fui a Europa. No renové el contrato con Newell's porque pedí un dinero que no me dieron cuando el presidente era Bruni, me declararon en rebeldía y me vendieron a Unión Española de Chile, donde jugué entre el 56 y el 58, y después fui a jugar a Granada de España, con mi compadre, el Gallego Benavídez, durante casi tres años. Y también jugué en Sevilla y Espanyol de Barcelona.

-¿Cuando volviste jugaste en Córdoba con el Gitano Juárez?

-Sí, era un ser maravilloso, le sobraba rueda. Le gustaban los burros, bueno ¿a quién no? Y mascaba coca todo el día.

-¿Aquel fútbol era mejor?

-No era mejor ni peor, era distinto. Quizá más difícil porque detrás tenías dos o tres señores jugadores.

-¿Seguís el fútbol?

-Sí, por televisión, a veces voy al Gabino Sosa, a Newell's voy seguido y a Central también, pero mis mejores amigos son de Central. Gracias al fútbol recorrí todo el mundo, llegué a tocar el cielo y me vine a pique, las pasé todas y empecé de nuevo gracias a Nelso Manenti, que me dio trabajo en el 54 y me llevó a jugar en su equipo. Me acuerdo de que cuando tenía 17 años la gente decía "El fútbol se muere", pero cada día hay más jugadores. ¡Qué se va a morir! l

Carranza ahora despunta el vicio del billar.