Puntero a la vista

Newell's, después del festejo y antes del líder

Alejandro Cachari / La Capital

Paso a paso. Recordando a Vélez y pensando en Boca. Una especie de cronología de lo que fue y de lo que vendrá. Una gran victoria en Liniers y un compromiso determinante en casa frente a Boca en tres días.

Como presentación del próximo gran partido, la puesta en escena del viernes a la noche parece ideal. Se incluye en este concepto un muy buen segundo tiempo, la primera sensación en todo el torneo de haber sustentado los tres puntos en el rendimiento de conjunto y el festejo en una cancha históricamente hostil que lo vio ganador al equipo rojinegro apenas por séptima vez en el profesionalismo.

Pero Boca no es Vélez. Por lo pronto ningún equipo tiene un futbolista comparable al rendimiento de Tevez, el único que demostró hasta aquí tener la capacidad suficiente como para definir por sí solo un partido.

Otro dato. Se enfrentarán las dos defensas supuestamente más sólidas del torneo si se toman en cuenta las pocas ocasiones en que fueron a buscar la pelota al fondo de su propio arco.

Más información. El potencial aéreo del equipo de Bianchi es claramente comprobable: Schiavi, Burdisso, Perea, Battaglia... En ese punto, Newell's va a sufrir si no corrige drásticamente sus desprolijidades. Le hicieron más goles con la cabeza que con el pie.

Alguna que otra sugerencia. La movilidad e inteligencia que mostró Silvani en El Fortín podría ser muy productiva si Newell's logra compañía para Cucurucho a las espaldas de Cascini y Battaglia. Patiño puede sacar provecho de la lentitud de Cagna. Pero, ojo, el capitán xeneize suele apelar a toda su experiencia para disimular sus actuales deficiencias y en la mayoría de los casos termina teniendo actuaciones importantes.

En los últimos partidos Iarley se transformó en un jugador importante para la estructura de Bianchi. Por su movilidad, el brasileño necesita que los rivales le presten mucha atención cuando se traslada por tres cuartos. En ese sector suele desestabilizar con su gambeta y es inteligente para hacer uso de los espacios que quedan entre los volantes de contención (Rosada) y los defensores rivales. Sobre todo si el ex Chacarita tiene que ir mucho a los costados como sucedió ante Vélez.

Los laterales de Boca se parecen a los de Central en cuanto a sus características. Allí puede producirse una lucha de ida y vuelta entre los carrileros rojinegros (Patiño y Guiñazú) contra Clemente Rodríguez y quien juegue por el otro lado. Hay que tener cuidado para que los futbolistas rojinegros no terminen siendo marcadores de sus marcadores.

Newell's atesora un dato que va más allá de las expectativas de protagonismo que se generaron con la llegada de las figuras que integran el plantel. Se transformó en un equipo que corta todas las rachas negativas. Ganó en el Monumental después de 11 años, en La Plata tras 15 temporadas y en Liniers luego de 17 años.

Es un dato estadístico, pero denota una gran personalidad para afrontar los compromisos más importantes y con antecedentes adversos.

Silvani y Patiño festejan el primer gol a Vélez.