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 domingo, 26 de octubre de 2003

El Senado aprobó levantar la prohibición de viajes a la isla caribeña
Cuba apuesta al turismo estadounidense
Bush anunció que vetará cualquier iniciativa que suavice el embargo contra la isla de Fidel Castro

La Habana. - Alentado por la aprobación, el jueves, de la enmienda que relaja las restricciones de viajes a Cuba, el gobierno comunista de Fidel Castro reafirmó su firme apuesta por el turismo norteamericano en la isla caribeña, pese a que el presidente George W. Bush amenazó con vetar la ley.

Dos semanas después de que Bush anunció el endurecimiento de su política hacia Cuba, el Senado aprobó por 59 votos contra 36, una enmienda que elimina los fondos federales destinados a aplicar la prohibición de viajar a Cuba que pesa sobre los ciudadanos estadounidenses desde hace más de 40 años. El 9 de septiembre la Cámara de Representantes (baja) aprobó una enmienda idéntica.


Bajo el riesgo de multa o prisión
Miles de estadounidenses visitan anualmente la isla de manera ilegal (sólo pueden hacerlo con un permiso especial del Departamento del Tesoro), viajando desde terceros países como México, Canadá y Jamaica, desafiando la prohibición de gastar dólares en Cuba y arriesgándose a ser multados o encarcelados. Incluso muchos desafían la prohibición movidos por la curiosidad de conocer el último país con gobierno comunista del hemisferio.

La enmienda está contenida en la ley de presupuesto para el Tesoro y el Departamento de Transporte para el año fiscal 2004, ya que el levantamiento de esta restricción se realiza a través de una prohibición al Tesoro de gastar dinero para investigar y multar a quienes viajan a la isla. La Casa Blanca dijo en un comunicado, en el que amenazó con recurrir al veto, que los viajes a Cuba son una fuente de dólares que ayudan a un "régimen desesperado y represivo".

Pero la votación alegró al gobierno cubano, que ve en el turismo estadounidense un eventual salvavidas financiero para aumentar su entrada de divisas y pagar importaciones de alimentos para la golpeada economía de la isla. "Es un nueva prueba que ambas cámaras del Congreso, como la mayoría de los ciudadanos estadounidenses, están a favor de levantar la prohibición de viajes a Cuba", dijo el canciller cubano Felipe Pérez Roque. "No sé de qué otro truco se va a valer el presidente Bush para evitar que se convierta en ley", dijo el jefe de la diplomacia cubana. Según Pérez Roque, el mandatario de la Casa Blanca "puede vetarla, ignorando la opinión pública de su país para favorecer a los grupos de una pequeña y corrupta minoría en Miami, pero quedaría en evidencia todo cuanto hemos dicho", señaló en alusión al respaldo electoral a Bush de los anticastristas.

"El potencial del turismo norteamericano hacia Cuba es sumamente grande", dijo por su parte Rafael Dausá, director para América del Norte de la Cancillería cubana. "Un año después del levantamiento de las restricciones de viajes perfectamente podrían venir un millón de norteamericanos a nuestro país y sucesivamente en los próximos cinco años podrían estar viniendo unos cinco millones", añadió.


Algunos reparos en la isla
A pesar del enorme interés de Cuba por lograr el levantamiento de esas restricciones, algunas fuentes del Partido Comunista reconocen que la llegada masiva de estadounidenses a la isla podría tener sus riesgos desde un punto de vista ideológico.

Bush anunció hace dos semanas varias medidas para endurecer su política hacia La Habana, incluido un aumento de los 20.000 visados entregados cada año a los cubanos y una aplicación más dura de las restricciones ya existentes para viajar a la isla.

El jefe de la diplomacia estadounidense para América latina, Roger Noriega, confirmó que Bush vetará cualquier eliminación de las restricciones para viajar a Cuba que sean aprobadas por el Congreso. Sería la primera vez que el mandatario aplica un veto desde que asumió el cargo, en enero de 2001. "El presidente ha comunicado a través de sus asesores al Congreso que va a vetar cualquier iniciativa para suavizar la política de EEUU y hacer concesiones unilaterales a la dictadura de Fidel Castro", dijo Noriega a la prensa. Según Noriega, el turismo estadounidense en Cuba "puede resucitar la dictadura, y eso sería una tragedia".

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