| domingo, 26 de octubre de 2003 | Trasplante de órganos Hace unos días perdía trágicamente la vida Diego. Cuánto dolor, cuánta impotencia. Pocas palabras para decir que ante tamaña desgracia sus padres y esposa decidieron donar sus órganos. El trámite es lento y difícil pero se pudo realizar y así dar esperanzas a otras personas con la posibilidad de seguir viviendo. Ante este hecho maravilloso, sin ninguna duda un gesto de amor inmenso, nos queda darles a sus familiares un gracias eterno, gracias Marcela, Marisa y Miguel. Y gracias también a todos los médicos que día a día luchan en la difícil tarea de continuar con la vida de los pacientes, en silencio.
Susana Parodi de Alfano
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