Otra vacante. Constitucionalistas, politólogos y el nuevo mapa del tribunal

Desligar a la Corte de los intereses de turno, la asignatura pendiente

La caída de la "mayoría automática" potencia la expectativa de independencia del Poder Judicial

Javier Felcaro / La Capital

Con la renuncia de Guillermo López, la denominada mayoría automática terminó cayendo el jueves pasado como un frágil castillo de naipes frente a los nuevos vientos que buscan oxigenar a la Corte Suprema. No obstante, la expectativa se centra ahora en el cumplimiento del compromiso de sintonizar con las demandas de una Justicia independiente del poder político de turno.

Frente al interrogante de qué hacer de ahora en más con el alto tribunal, el constitucionalista Eduardo Barcesat puso como garantías de renovación la efectivización de Eugenio Zaffaroni como juez y el tándem femenino que se posiciona, cada vez con más fuerza, para suplir vacantes.

"Creo que son absolutamente independientes, por lo que constituye una profunda equivocación pensar que pueden llegar a favorecer a alguna suerte de partidismo o de proyecto político personalista", le explicó el abogado a La Capital.

Para la politóloga rosarina María de los Angeles Yanuzzi, la prioridad debe apuntar a la preservación de la independencia del Poder Judicial, ya que "es el encargado de terminar de armar el sistema político, poniéndole los verdaderos límites".

En ese sentido, también celebró la designación de Zaffaroni, quien -según evaluó- cuenta con "una importante visión distinta de nuestra Corte, lo que habla de una pluralidad jurídica por mantener".


Manos libres
Tras resaltar la importancia de una Justicia operando con libertad, Yanuzzi reconoció que sus representantes se ganaron la desconfianza de los ciudadanos debido a que, en la mayoría de los casos, "no se caracterizaron por la autonomía y por elaborar criterios jurídicos, que son los que les dan sentido a las decisiones".

Barcesat trazó un paralelo entre la primera gran embestida a los controvertidos magistrados, que fracasó por "las vacilaciones o los acuerdos políticos" del gobierno de Eduardo Duhalde, y el presente: "Se encararon procesos individuales, con imputaciones concretas y pruebas sobradas".

Por eso consideró correcto avanzar en una depuración total de la Corte. "Es un paso indispensable para recuperar la credibilidad. Además, siendo la totalidad de los miembros la que firmó las resoluciones impugnadas, carece de sentido cuestionar sólo a dos o tres de ellos", fundamentó el constitucionalista.

Yanuzzi, quien también lamentó la demora en la apertura de los juicios políticos, analizó el desafío que el presidente Néstor Kirchner tiene en sus manos: la designación de integrantes del máximo tribunal desligada a intereses políticos. Una tradición instaurada durante los diez años de gestión de Carlos Menem.

"Lo importante, de ahora en más, es que la selección de postulantes se efectúe en base a trayectorias jurídicas. Que se elija a alguien que haya realizado aportes, y que sea conocido por la sociedad. Recién entonces se podrá hablar de transparencia", concluyó la politóloga.

López se fue, pero ya hay otra embestida.