Caso Gauna: el juez Caterina delega la pesquisa

Se excusó de seguir con la causa de un chico muerto en un caso de presunto gatillo fácil en barrio Ludueña

El juez de Instrucción Luis María Caterina se excusó de seguir investigando la muerte de Carlos Angel Gauna, el joven de 20 años muerto por un agente del Comando Radioléctrico el 8 de agosto del año pasado en un caso emblemático de presunto gatillo fácil. Caterina debía reabrir la causa luego de que la Cámara Penal revocó el jueves el archivo que él mismo había dispuesto hace tres meses por considerar que el policía disparó contra la víctima en un acto de legítima defensa, circunstancia atenuante que para el tribunal superior no está nada clara.

Gauna fue baleado por el agente Rubén Darío Blanco en los fondos de una fábrica cerrada que está en Larrea 563, en el barrio Ludueña. Recibió un disparo en la cabeza y murió enseguida. Luego la policía dijo que allí hubo un tiroteo y más tarde Caterina aceptó la versión y archivó la causa sin haber tomado siquiera una declaración al agente.

Pero la fiscal de la causa apeló la decisión del magistrado y el expediente fue a dar a la Sala IV de la Cámara, cuyos integrantes no sólo dejaron sin efecto el archivo sino que además sugirieron una serie de medidas investigativas que Caterina omitió realizar cuando estuvo al frente del caso. Por eso la causa volvió ayer a su juzgado.

Sin embargo, Caterina entiende que él ya juzgó el caso y por eso se excusó de seguir investigando. Esta decisión hizo recalar el expediente en el juzgado de Instrucción a cargo de Jorge Eldo Juárez, quien debe resolver ahora si el apartamiento dispuesto por Caterina es pertinente o no.

Una de las primeras cosas que deberá hacer el juez que se quede con el caso será interrogar a Blanco, una medida elemental que Caterina nunca tomó. Pero el interrogatorio muy probablemente debería hacerse con el policía en calidad de imputado. Y si lo imputan de homicidio, el agente podría quedar detenido.

Además, hay otras medidas investigativas sugeridas por los camaristas Rubén Jukic, Guillermo Fierro y Antonio Paolicelli que podrían arrojar luz sobre el episodio, como la reconstrucción, algunas pericias técnicas sobre el arma que apareció junto al cadáver de Gauna y la convocatoria de nuevos testigos.

La cuestión del arma es central para desentrañar si la versión policial se ajusta a la verdad o si, en cambio, fue amañada para proteger a Blanco. Se trata de un revólver calibre 38 que apareció a un metro y medio del lugar donde cayó herido Gauna. Lo extraño es que los agentes la encontraron en un segundo rastrillaje de la zona, y que ninguna de las personas que acudieron a auxiliar a la víctima la vieron en su primera incursión a ese sitio. Por eso se sospecha que el revólver pudo haber sido plantado para armar la escena de un enfrentamiento a tiros.

El joven Carlos Angel Gauna.