La pobreza sigue siendo el principal obstáculo para acceder a la educación

"La pobreza es el principal obstáculo para acceder a la educación" afirma la educadora e investigadora ecuatoriana Rosa María Torres, en un estudio encargado por la Asociación Sueca para el Desarrollo Internacional (Asdi) y conocido como "Aprendizaje a lo largo de toda la vida" (Un nuevo momento y una nueva oportunidad para el aprendizaje y la educación básica de las personas adultas (Aeba) en el Sur.

Según sostiene Torres, especializada en educación de adultos, "mientras que en el Norte (países desarrollados) existe una creciente demanda y oferta de educación no formal, entendida como vía complementaria de aprendizaje permanente para todos, en el Sur (países en vía de desarrollo) esta educación sigue siendo asociada con educación remedial y compensatoria para los pobres".

Entre otras conclusiones a las que arriba este estudio -que se puede leer en la web (www.bellanet.org/adultlearning)-, está la de que la "edad de los potenciales sujetos de aprendizaje se está reduciendo cada vez más (jóvenes o "adultos jóvenes"), y precisamente en una época en que la vida misma se está alargando". La educadora ecuatoriana advierte entre otros conceptos que la idea de "aprendizaje a lo largo de toda la vida" debe adoptarse como un paradigma para todos los países, como un horizonte y como un principio activo para (re)configurar la educación y los sistemas de aprendizaje en todo el mundo".

El documento analiza la situación actual y las tendencias de la educación básica de adultos en Africa, Asia, América latina y el Caribe. En el mismo se indica que "el actual modelo político y socioeconómico global está produciendo creciente pobreza y exclusión social, y creciente concentración del poder político y económico a nivel nacional y global". De allí se concluye que "la pobreza es hoy en día el principal obstáculo para el acceso a la educación y a una enseñanza de calidad". Por lo cual, la lucha contra la misma es un requisito indispensable para alcanzar la educación.

En materia de aprendizaje para toda la vida, Torres destaca algunas tendencias que aparecen como preocupantes. Una de ellas son lo que denomina las "Agendas duales" para el Norte y para el Sur en relación a la educación y el aprendizaje: mientras "el aprendizaje a lo largo de toda la vida está siendo reconocido como una necesidad y un principio para los sistemas de educación y aprendizaje de todo el mundo, y está siendo adoptado activamente por el Norte para sus propias sociedades", en el Sur "continúa siendo un tema incómodo para los gobiernos" y "para las agencias de cooperación internacional que siguen prescribiendo techos estrechos de educación básica para los países pobres".

Otro dato es que "La educación y el aprendizaje de adultos como una no-prioridad". Es decir, las necesidades de aprendizaje de los adultos (padres, vecinos, trabajadores, consumidores, ciudadanos) son relegadas a un lugar secundario o incluso ignoradas en las recientes iniciativas a nivel internacional en torno a la educación. Como ejemplo cita que "la histórica bandera de erradicar el analfabetismo se ha desvanecido y ha sido sustituida por la meta -mucho más modesta- de reducir el analfabetismo".

Rosa María Torres asegura que ya no es suficiente la idea desarrollada en el informe de Jacques Delors (Unesco) en la década del 90 que sostenía "aprender a ser, a conocer, a hacer y a convivir juntos". Y sugiere que, "aprender a cambiar, a promover, dirigir y re-dirigir proactivamente el cambio, en favor del bienestar y el desarrollo humano, continúa siendo un desafío crítico y una misión fundamental de los sistemas educativos y de aprendizaje, especialmente en el mundo actual de grandes inequidades". En este sentido, afirma que "usar una computadora, aprender otros idiomas, buscar y discriminar información, asumir la multiculturalidad, cuidar a niños pequeños y a las personas mayores, han pasado a ser necesidades básicas de aprendizaje generalizadas para niños, jóvenes y adultos".