E-learning, un nuevo estímulo al aprendizaje

Horacio Massacesi (*)

El e-learning aparece como uno de esos términos que suelen ponerse de moda, una tecnología educativa que en otras latitudes se dio en llamar "tele formación" y que en los últimos años se va expandiendo sensiblemente en todo el mundo. Las causas de este crecimiento son claras: su aplicación produce resultados efectivos y aporta ventajas importantes a sus usuarios. Pero, ¿qué es el e-learning?

La "e" de e-learning referencia a una tecnología vinculada a la electrónica. En efecto, su relación con las computadoras e Internet es indisoluble. Desde hace mucho tiempo se ha experimentado con el uso de las computadoras como complemento de la formación, especialmente cuando esta se impartía a distancia. Cuando se incorporan los recursos de Internet y la tecnología multimedia, las posibilidades que brinda esta tecnología se multiplican de manera exponencial.

Es que a partir de entonces, no sólo se puede utilizar una computadora para asistir a un curso de utilización de una máquina, almacenado en un CD. Ahora es posible que quien se esté formando pueda realizar este curso y al mismo tiempo recibir la asistencia de un tutor que lo acompaña en su aprendizaje, que monitorea su actividad y controla su progreso, que responde a sus dudas en el mismo momento o a través de mensajes de correo electrónico o en un foro de debates, etcétera.

Uno de los conceptos que se han creado a partir de esta tecnología es el de aula virtual, una suerte de espacio indefinido en el que el aula tradicional pierde sus paredes para reconstruirse con los elementos más importantes que la conforman: los alumnos, el profesor, los conocimientos. Ya no importa dónde está cada uno, el concepto de "estar" abandona su componente física, para sumarse a la virtualidad; ahora es posible sentarse en un aula virtual, sin que sea necesario desplazarse a ningún sitio, porque el concepto de "aula" se extiende, fluye, hasta donde esté cada uno de sus miembros.

Antes de Internet, capacitarse desde cualquier sitio y según los horarios de cada uno eran posibilidades que un curso en CD ROM podía ofrecer. Sin embargo en las propuestas de formación basadas en el e-learning, se suman elementos muy importantes como la interactividad real con un tutor y con los demás colegas y las herramientas de comunicación síncronas y asíncronas que antes no estaban disponibles.

La plataforma de e-learning es el componente tecnológico del sistema, pero paradójicamente cuanto más transparente resulta para el usuario, tanto más efectiva resulta su utilización. Es que lo que importa es el conocimiento que se imparte, por lo que la plataforma pasa a ser una herramienta o un medio para que el proceso transcurra eficientemente. Por eso lo importante es lograr una interfaz simple, un funcionamiento sencillo, para que el usuario no deba aprender a utilizar un complejo programa informático para recién después poder comenzar a aprender lo que le interesa.

Es posible que en ese mismo momento uno o más compañeros de su aula virtual estén conectados, con lo cual pueden comunicarse y compartir sus experiencias, vía chat o video- chat. Por eso, lejos de constituirse en una práctica individualista, el e-learning estimula los procesos colaborativos y lo mas importante, el aprendizaje.

(*) Ingeniero, director ejecutivo de e-educativa