Todo el macrocentro tendrá antes de abril contenedores de basura

Habrá 1.900 recipientes entre avenida Francia, 27 de Febrero y el río. Buscan mayor higiene en la ciudad

Isolda Baraldi / La Capital

En abril del año próximo todo el macrocentro tendrá contenedores para depositar la basura domiciliaria. El radio comprendido entre avenida 27 de Febrero, avenida Francia y el río contará con este sistema para arrojar los residuos domiciliarios, es decir las clásicas bolsitas. "Tenemos resultados excelentes y la idea es ir avanzando en toda la ciudad. Para principios de 2004 ya estarán en servicio un total de 1.900 recipientes", precisó el director de Política Ambiental, José Luis Riguero.

Los 700 nuevos receptáculos tienen una capacidad de mil litros de basura cada uno y costaron en total 420 mil pesos. Estos se agregarán a los 1.200 que ya están distribuidos en un importante sector del área central de la ciudad.

A fines de noviembre quedarán instalados contenedores en los sectores de Urquiza, Italia, Tucumán y Mitre; 27 de Febrero, Necochea, Pellegrini y Colón; Riobamba entre Beruti y Necochea; avenida Pellegrini desde Ayacucho hasta Balcarce; Tucumán, Italia, Salta y avenida Belgrano; y todo barrio Parque (27 de Febrero, avenida Francia, avenida Perón y Lagos).

De este modo se irán colocando alrededor de cien basureros por mes hasta cubrir la totalidad del macrocentro a fines de abril próximo (ver infografía). "La idea es continuar paulatinamente en todos los barrios de Rosario, priorizando aquellos con mayor densidad poblacional", explicó Riguero.

La zona comprendida entre avenida Pellegrini, bulevar Oroño y el río fue calificada a mediados del año pasado por las autoridades de Política Ambiental como la más sucia de la ciudad.

Los propios vecinos entonces admitieron que no se respetaban los horarios para sacar las bolsitas e incluso que se tiraban desde los balcones. También la brutal crisis económica aportó lo suyo al empujar al cirujeo a miles de personas. Esta actividad empeoró la situación con la rotura de las bolsitas y el consiguiente desparramo de basura.

"Los cirujas y cartoneros han disminuido; además, respetan los contenedores, y si bien se abren las bolsas los residuos quedan adentro, se ordenó el cirujeo del centro", acotó el funcionario municipal.

Los contenedores permiten una mayor flexibilidad horaria para sacar la basura. Es decir, aquellos vecinos que no están en sus hogares en el horario que pasa el camión recolector no están obligados a guardar los residuos hasta el día siguiente, ni cometer infracciones como dejarlos en la vía pública a destiempo.

Esta modalidad del servicio ha permitido, sobre todo en los sitios más poblados de la ciudad, que las calles y veredas estén más limpias y ordenadas, por lo que la fisonomía urbana se está modificando.

Claro que no todos los vecinos se adaptaron por igual a la instalación de los recipientes de plástico. "En algunas zonas fue más rápido y la gente inmediatamente depositó la basura en los contenedores. Sin embargo, todavía hay sitios en que se arrojan bolsitas en los cordones de la vereda o al lado de los contenedores. Por lo tanto, hay que abonar un servicio adicional de barrido que se podría ahorrar", advirtió el director de Política Ambiental.

También hizo un llamado a los vecinos para que denuncien ante esa repartición (o directamente a la Secretaría de Servicios Públicos) problemas de mal olor en los contenedores o en aquellas cuadras en que los basureros se vean desbordados. Si bien cuando empezó el programa de contenerización de la ciudad, hace poco más de un año, muchos recipientes fueron robados, el directivo municipal resaltó que en los últimos meses no se han denunciado hurtos.

Sin embargo, agregó que periódicamente se reponen las tapas y las ruedas de los recipientes que sí son objeto de la depredación urbana. "Más allá de algunos problemas, es visible que la ciudad está más limpia y prolija con esta forma de recolección de basura", remató Riguero.

Los contenedores garantizan más limpieza.