| sábado, 25 de octubre de 2003 | Lección de niños El 16 de octubre pasado se celebró el Día Mundial de la Alimentación. ¿Habrán reflexionado nuestros gobernantes sobre los graves carencias nutricionales que padecen millones de niños en Argentina? ¿Cuándo comprenderemos que para superar esta situación se requiere del compromiso y solidaridad de todos? Cuando cursábamos el tercer grado de la escuela primaria se incorporó un alumno nuevo. Mientras todos íbamos al primer recreo, él se quedaba en el aula con la maestra. Nos preguntábamos: ¿será una penitencia? ¿le dará consejos? ¿le enseñará la solución de algún problema? Dispuestos a resolver aquel misterio, una mañana nos acercamos con sigilo al salón. Sabiendo que nuestro compañero venía al colegio casi siempre sin probar alimento, la señorita le daba unos bizcochos. Al ver lo que pasaba, una férrea mano juntó nuestros corazones y desde el día siguiente compartimos con él lo que nuestras madres nos preparaban para comer en los recreos. Temprano conocimos el significado de la palabra solidaridad y el gozo que brinda practicarla. Lección de niños que a muchos adultos les cuesta aprender o prefieren ignorar.
Carlos Alberto Parachú
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