| miércoles, 22 de octubre de 2003 | Polémica por la creación de un penal en la colonia de Oliveros Desde el psiquiátrico rechazan la idea de hacer allí un albergue de mínima seguridad El colapso en el cual se encuentra sumido el sistema carcelario santafesino y la búsqueda de soluciones a esa situación sumó ayer un nuevo eslabón. En esta oportunidad es un polémico proyecto del Servicio Penitenciario (SP) que prevé la apertura de un penal de mínima seguridad en los pabellones y terrenos ociosos de la Colonia Psiquiátrica de Oliveros. La idea, que no es nueva, fue rechazada terminantemente desde el directorio médico de la institución.
"La idea es repetir en Oliveros la experiencia que estamos llevando adelante en Recreo (30 kilómetros al norte de Santa Fe) donde se refuncionalizó la Unidad 9 destinada a menores y se habilitó un espacio para los condenados de buena conducta que atraviesan su última etapa de detención", relató ayer el director del SP, Armando De Martín.
Al respecto, el funcionario contó que "en Oliveros hay un par de pabellones ociosos en un terreno abandonado y nosotros vamos a tener para fin de año unos 300 hombres que están siendo capacitados para trabajar en el penal de Piñero y que no van a tener ocupación hasta que finalice la construcción de esa cárcel. De esa manera, podríamos generar un espacio donde los presos de buena conducta que están en sus últimas etapas carcelarias puedan ser derivados dejando libres las plazas para aquellos que hoy se están hacinando en las comisarías".
De Martín comentó que la semana entrante se habilitará un penal de estas características en Recreo, "en un terreno de 9 hectáreas donde los detenidos ya están desmalezando y cultivando la tierra, reinsertándose poco a poco en la sociedad y que tendrá capacidad para 50 internos que gozan de salidas transitorias". De esa manera, igual cantidad de plazas quedará libre en la cárcel de Las Flores y allí podrán ser albergados presos que hoy están en comisarías santafesinas.
"Como en Rosario no se cuenta con un espacio de idénticas características, la idea es explotar al máximo las potencialidades ociosas que tiene Oliveros", dijo De Martín. Al respecto, explicó que históricamente se manejaron tres proyectos en el ámbito del Ministerio de Gobierno: "uno era el traslado de los presos adictos bajo supervisión del SP, otra la de llevar allí el pabellón psiquiátrico que funciona en la cárcel de Coronda, y la tercera es la construcción de un penal de mínima seguridad para los detenidos de buena y excelente conducta como los que hoy ocupan los pabellones 1 y 2 y el penal extramuros de la cárcel de Coronda, cuyas plazas podrían ser ocupadas por los presos que se hacinan en las comisarías de Rosario".
La inquietud Sin embargo, desde el directorio de la colonia psiquiátrica se refutaron todas y cada una de las apreciaciones de De Martín. "Es una falacia decir que así se van a ocupar espacios vacíos u ociosos de Oliveros porque no los hay. Los dos pabellones que en los últimos siete años el Ministerio de Gobierno requiere para convertir en un penal están ocupados y los terrenos de los que hablan son necesarios para el desarrollo de nuestro proyecto, que no es otro que cumplir con la Ley de Salud Mental, la asistencia a los pacientes y el respeto a los derechos humanos de los internos, algo a lo que no estamos dispuestos a renunciar", argumentó el doctor Oscar Pellegrini, miembro del directorio.
El profesional explicó que perimetrar el hospital para construir allí una cárcel es quitar el espacio de libertad que los pacientes necesitan para deambular, transitar y llevar adelante sus experiencias comunitarias "en el marco de un sistema de sustitución de lógicas manicomiales". Si a eso se suma la presencia de guardias armados y un régimen de conducta propio de las cárceles, "el daño a los pacientes puede ser mucho".
Al respecto, Pellegrini dijo que esa lógica sustitutiva implica que "si se cierra una cama se debe generar un servicio que la suplante y a partir de ello se puede pensar que no hay tantos internados. Pero la realidad es otra, nosotros contamos con muchos pacientes ambulatorios que requieren de los espacios que hoy el Servicio Penitenciario pide". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Armando De Martín, del Servicio Penintenciario. | | |