| miércoles, 22 de octubre de 2003 | Tiroteo en la Cerámica Roban y balean al dueño de un bar El comerciante, que iba con la recaudación, se defendió con una pistola 9 milímetros frente al garaje de su casa El propietario de un bar de San Lorenzo recibió un disparo en un pie cuando un grupo de delincuentes lo asaltó en la puerta de su casa. Con la ayuda de su mujer que le acercó una pistola nueve milímetros, el comerciante resistió a balazos el atraco. Los ladrones alcanzaron a huir con 6 mil pesos que el trabajador traía en un maletín y la policía presumía que se había tratado de un robo "entregado".
El violento atraco ocurrió ayer alrededor de las 2. Julio Castro, de 49 años y dueño de un bar comedor regresaba a su casa del pasaje 1.340 al 1.700, en pleno barrio La Cerámica, en la zona norte de Rosario. El comerciante llegó en su Chevrolet Astra y estacionó con la trompa del auto apuntando hacia el garaje.
Según indicaron a La Capital fuentes policiales, cuando la esposa de Castro, Stella Alegre, abría el portón aparecieron tres muchachos jóvenes, que al parecer ya lo esperaban muy cerca de la casa. "Uno esgrimía una escopeta recortada y los otros con armas de puño. De inmediato le ordenan que se baje del coche y que saque el maletín del baúl", relató un vocero de la seccional 30ª, donde se radicó la denuncia.
Castro entregó entonces un maletín con 1.800 dólares y 1.500 pesos. El portavoz consultado ayer indicó que ese dinero era lo recaudado durante todo el día en el bar de San Lorenzo. "Si bien no nos dio detalles, es evidente que el comedor trabaja bastante bien. Probablemente tenga mucha clientela en los marineros o embarcados que llegan a ese puerto y pagan en dólares", comentó un portavoz.
Lo cierto es que Castro no se quedó en los cajones e intentó resistir el robo. Por eso uno de los delincuentes le disparó en un tiro que dio en su tobillo izquierdo. A todo esto, Stella al parecer entró a la vivienda y buscó una pistola 9 milímetros marca Bersa, propiedad de su compañero, y se la entregó.
El bolichero entonces abrió fuego con varios disparos al aire para intimidar a los ladrones, quienes respondieron la agresión con sus propias armas. El tiroteo fue escuchado por muchos vecinos del barrio. Cuando los efectivos del Comando Radioeléctrico llegaron al lugar se encontraron con la víctima herida en pie y entonces la llevaron hasta el Hospital Alberdi.
En tanto que al pistola 9 milímetros de Castro quedó secuestrada preventivamente en la seccional 30ª. Los investigadores no descartaban ayer ninguna hipótesis, pero la más firme parecía la de un robo "entregado". "Castro vive hace bastante tiempo allí, en una zona complicada. No sería raro que le conozcan los pasos y sepan a qué hora vuelve del bar con la recaudación. Para nosotros alguien del barrio lo entregó", comentó a La Capital un jefe policial. enviar nota por e-mail | | |