| miércoles, 22 de octubre de 2003 | Sigue grave el ferretero atacado a martillazos Tiene 75 años y el lunes lo golpearon salvajemente en Villa Gobernador Gálvez. No volvió del estado de coma El comerciante de 75 años al que le robaron 40 pesos tras demolerlo con golpes de martillo anoche continuaba internado en grave estado en el sanatorio Ipam. Estaba conectado a un respirador artificial en estado de coma farmacológico y su pronóstico era reservado.
Juan José Furgatti es hijo de inmigrantes italianos que llegaron al país en 1915. Hace 60 años que vive en Villa Gobernador Gálvez y 50 que comenzó con la actividad comercial cuando empezó a recorrer las calles de tierra de esa ciudad tirando un carro a caballo para vender ladrillos a domicilio. Con el paso de los años y con mucho esfuerzo pudo abrir un corralón de materiales de construcción en Filippini al 1800. En la planta alta del inmueble, Furgatti levantó su casa, donde vive con su esposa, Yolanda Josefa Angaroni, de 67 años.
A las 16.30 del lunes, el hijo del comerciante, Jorge Alberto Furgatti, de 40 años, estaba atendiendo un comercio de venta de materiales de construcción ubicado frente al de su padre cuando un vendedor ambulante le avisó que el ferretero se había caído. "El chico fue a venderle bolsitas, pero como no vio a nadie se asomó para ver lo que pasaba", explicó Furgatti.
Caminó unos pasos y divisó al comerciante tirado detrás del mostrador del local de Filippini 1846. Como tenía la cabeza ensangrentada, el chico creyó que se había golpeado en forma accidental. Salió corriendo y le pidió ayuda al dueño de la verdulería. El local está al lado de la ferretería.
Después le avisó a Jorge. Quien descubrió el martillo con manchas de sangre debajo del cuerpo de su papá. "Le dieron cuatro o cinco martillazos en la cabeza", contó Jorge. Sobre el mostrador habían quedado los dos serruchos que los dos desconocidos le habían pedido simulando ser clientes.
Ayer a la tarde, Jorge intentó reconstruir lo ocurrido. El comerciante subió los dos peldaños de una pequeña escalera para buscar los serruchos. Apenas bajó y comenzó a desatar el envoltorio que cubría las herramientas, los intrusos decidieron terminar con la puesta en escena.
Juan es un hombre robusto y mide 1,75 metro. Al parecer, decidió resistir el atraco. Los ladrones recogieron entonces uno de los tantos martillos que se exhibían en el local y atacaron con ferocidad a Juan. "Estaba muy bien de salud y, a pesar de su edad, puede levantar una bolsa de cemento", explicó su hijo.
No se escucharon gritos y nadie vio a los maleantes a pesar de que a la hora en que ocurrió el episodio había "gente en la calle". A Juan lo llevaron en una ambulancia al sanatorio Ipam. Allí los médicos le diagnosticaron fractura y hundimiento de cráneo, con lesiones cerebrales. Fue sometido a una operación que se prolongó por cuatro o cinco horas y ayer atravesaba "el posoperatorio" en estado crítico. enviar nota por e-mail | | |