La región gasífera de Bolivia se manifestó por el proyecto archivado

A diferencia de los campesinos del altiplano y el Chapare, en Tarija ven en el gasoducto una fuente de desarrollo

La Paz. - Los habitantes de la región de Tarija, que concentra el 85% de las reservas de gas de Bolivia, realizaron una manifestación para reclamar que se permita exportar el combustible a los mercados internacionales y no se detengan las inversiones por 6.000 millones de dólares en la zona. A diferencia de los habitantes del altiplano y los líderes indigenistas, los habitantes de la región gasífera apoyan el ahora prácticamente archivado proyecto de construcción de un gasoducto que debía llegar a un puerto chileno.

El presidente del Comité Cívico de Tarija, Roberto Ruiz, dijo que la manifestación pidió que no se realice el referendo vinculante que defina las políticas sobre las exportaciones de gas, como se comprometió el nuevo gobierno, encabezado por Carlos Mesa. Otras ciudades de la región también planean manifestaciones similares. Ruiz dijo que la exportación de gas "es un proyecto vital no sólo para el desarrollo de la región, sino también para el país", y señaló que las protestas ocurridas en el resto del Bolivia se deben a una "campaña maliciosa de desinformación".

Sindicatos y organizaciones sociales se oponen a que se mantenga un contrato suscrito por el gobierno con un consorcio, encabezado por la española Repsol-YPF y British Gas, que invertirá 6.000 millones de dólares para explorar los yacimiento de gas de Tarija y exportarlo a los mercados internacionales a través de un puerto chileno. Este punto, irritativo por la pérdida de su costa marítima que sufrió Bolivia a manos de Chile en 1879, fue explotado por los sindicalistas y manifestantes durante el mes de protestas que terminó con la caída del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, quien renunció el viernes pasado.

Según la federación gremial COB, la federación de indigenistas del altiplano y los campesinos cocaleros, el proyecto gasífero es lesivo para Bolivia, que sólo obtendría 18% de lo que ingrese por las exportaciones de gas. Ese porcentaje es el impuesto que recaudaría el Estado. El máximo líder de la oposición, el líder cocalero Evo Morales, llegó a afirmar en los días más álgidos de la protesta que "Bolivia sólo recibirá 50 millones de dólares por año" sobre 1.300 de ganancias brutas. Pero ocurre que, por ejemplo, además del 18% citado que recibe la nación, la región de Tarija se beneficiaría con regalías estimadas en 40 millones de dólares mensuales durante 20 años.


Daños por 270 millones de dólares
Las pérdidas por las protestas en Bolivia ascienden a más de 70 millones de dólares, al tiempo que se generaría una disminución de 200 millones en los ingresos por turismo, según un balance de la Federación de Empresarios Privados.

El balance incluye los daños a la infraestructura de carreteras, la parálisis del comercio y la producción, así como la caída de la recaudación de impuestos como consecuencia de la llamada "guerra del gas".El presidente de la federación de empresarios, Bern Abendroth, señaló a la disminución del flujo de turistas extranjeros -que anualmente genera divisas por 250 millones de dólares- como uno de los efectos secundarios de las protestas.

"Por la ola de violencia que se vivió las semanas pasadas, lo que sembró la imagen de un país inseguro, se perderá el 80% de los turistas y los ingresos caerán en 200 millones de dólares" pronosticó.

El turismo es la tercera fuente de divisas de Bolivia, después de las exportaciones de gas y soja.