 | lunes, 20 de octubre de 2003 | Un particular análisis político Tomás Abraham: "Kirchner no es el jefe de una cruzada ética y democrática" El filósofo y ensayista no muestra demasiado entusiasmo por el estilo "K" y sus promotores mediáticos Walter Palena / La Capital Tomás Abraham integra el lote de los intelectuales cuya pluma y voz no quedó congelada por los vientos que soplan desde el sur. Lo entusiasman más las gambetas de Tevez o el sabor del mojito cubano que los políticos reciclados de la nueva onda kirchnerista. Dice que el presidente no encarna una cruzada ética y apoya su sentencia con lo que hizo cuando fue gobernador de Santa Cruz.
Su toque transgresor emerge en cada frase que suelta en la entrevista con La Capital y tilda de "micos" a los periodistas que transmiten las noticias como si lo hicieran desde la oficina de prensa de La Rosada.
-Buena parte de la dirigencia ha reinsertado al diccionario político la palabra "transversalidad" para apuntalar el proyecto "K". ¿Puede construir el presidente un espacio de centroizquierda que abarque también a su partido (el PJ) que tiene todos los vicios de la vieja política?
-Es posible que Kirchner con Felipe Solá, Aníbal Ibarra, Hermes Binner, u otros construyan un espacio de poder político en la Argentina que ayuda a la fragmentación. Que aparezca una porción de una índole más ética es algo bueno, pero se suma a un pastel infinito y deshecho que maneja no sólo el PJ sino Duhalde. En el estado en que está el país avisorar nuevas luchas intestinas alejarán aún más las perspectivas de un frente político para las reformas, el crecimiento y la democratización.
-Si Kirchner representa lo "nuevo", ¿podrá prescindir de los Fellner, Gioja, Insfrán y los barones del conurbano?
-No creo que prescinda ni que se asocie a ellos. Dependerá también del apoyo que les den y será una cuestión de oportunidad. Kirchner no es el jefe de una cruzada por una ética de la pureza democrática. Dicen que no lo fue en Santa Cruz.
-¿Creés que hay una tensión larvada entre Kirchner-Duhalde?
-Está bien la imagen de la larva, pero no saldrá una mariposa sino, como siempre, un vampiro. Está claro que Duhalde y señora, más aliados en todos los frentes, desde el policial hasta el empresarial, son los propietarios de la política de hoy, que dejan que el invitado por ahora se sienta como en casa. Pero, claro, se ha visto en algunas películas, pasado un cierto tiempo, desalojarlo no es tan fácil.
-Si ese conflicto finalmente aflora, Kirchner necesitará de un espacio que no tiene y de aliados (Ibarra, Carrió, Binner) que, a su vez, se desconfían mutuamente. ¿Cómo salda esa cuestión?
-Los que nombrás no llenan un colectivo, no tienen fuerza popular ni organizacional. No sé bien lo de Binner, pero me parecen más de clase media, es decir, de seres dispersos a los que consulta la televisión y los encuestadores.
-En la entrevista anterior con La Capital, decías que si se imponía la izquierda en el proyecto de Kirchner, Elisa Carrió iba a estar de más. ¿Lo ves así ahora?
-Esta vez preguntaría yo: ¿lo ve usted, señor periodista, ahora? O me equivoco, o no sé en dónde está. Es cierto que leo menos los diarios y veo poco la televisión politiquera. Voy a hacer una confesión inactual: la voté.
-Algunas cosas de Kirchner entusiasman, ¿pero no creés que algunos colegas caen en excesos y le hacen al presidente el "diario de Yrigoyen"?
-Los micos (monos de cola larga) abundan. Hay gente que si no se entusiasma no come, aunque no es tanta. Es mi caso por ejemplo, pero mi entusiasmo no pasa por los políticos (Cavenaghi, Tevez, el escritor Roberto Bolaño, el pianista Glenn Gould, el director de teatro y cine Federico León, el mojito con buen ron cubano de ocho años). Tengo permanentes entusiasmos, pero otros necesitan almuerzos, comités, clubes, unidades básicas, secretarías. Se ponen a gritar "¡viva!" y se reparten nuevamente los puestos y sus listas de nuevos contratados. Y sigue el baile.
-Los ánimos de los argentinos pendulan furiosamente de un extremo a otro. ¿Soportará la población cambios que necesariamente deben ser graduales, como sucedió en la democracias modernas que pretendemos imitar?
-Los argentinos soportan hace décadas cambios graduales que han destrozado sus bolsillos y familias. No es tan seguro que soporten mejoras graduales. Hay demasiada gente que corre a los reformistas por la izquierda propagando sofistiquerías utópicas, y otra cantidad pareja de gente que espanta a la sociedad por derecha cada vez que se lesiona un privilegio.
-Chacho Alvarez dijo días atrás que se equivocó por hacer seguidismo de la opinión pública. ¿Kirchner puede caer en el mismo error?
-Ver a Chacho de académico televisivo es doloroso, parece un hombre mutilado. Lo digo con todo respeto, me parece una buena persona. No creo que haya hecho seguidismo sino que anda buscando algo en qué pensar, lo que es una tarea inútil: o tiene algo en qué pensar o no lo tiene. Por supuesto que se puede estudiar, pero eso lleva toda una vida y no es un intelectual.
-Se habla de hegemonismo, de partido único (Pri-peronismo). ¿Pensás que hay un discurso único o es una etiqueta para simplificar las discusiones políticas de una oposición que se victimiza?
-En países como los nuestros, latinoamericanos, una hegemonía es más que saludable en los rompecabezas políticos y la impotencia institucional de nuestra historia y nuestro presente. Que la hegemonía se instale con libertad de prensa y capitalismo lo más diversificado posible, es una bendición. Los que hablan de hegemonía hoy son los menemistas que soñaron con una monarquía a la criolla. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Abraham cuestionó duramente al menemismo. | | |